Un cedido y un ex castillista se cobran venganza del Lugo

El Castilla quería certificar en Lugo su mejoría tras la goleada al Racing. Los locales no olvidaban el 1-5 del filial madridista la pasada temporada… Y el barro del terreno de juego parecía el aderezo necesario para ver un partido bronco, pero resultó ser el ingrediente mágico para hacer carburar a ambos equipos y presentar un duelo con mucha alternativas y mucho más juego de lo que se presuponía íbamos a ver. El Castilla marcó dos golazos, pero el Lugo no se arrugó y tuvo en un ex castillista, Óscar Díaz y un cedido de la cantera blanca, Fran Sol, a sus grandes protagonistas.

Con un terreno de juego ahogado en agua -no ha parado de llover en Lugo en los dos últimos días-, ambos equipos ofrecieron una primera mitad entretenida, con ocasiones de gol y un nivel de intensidad más que aceptable.

El comienzo fue tan trepidante que a los dos minutos de partido la afición del Lugo ya estaba cantando el primero de su equipo. Víctor Díaz aprovechó un agujero en la banda izquierda del Castilla para presentarse sólo ante Mejías y batirle por bajo. Los de Quique Setién todavía recordaban con amargura el 1-5 que el Castilla le endosó la pasada campaña, y esta vez salieron híper motivados.

Esa fogosidad local fue reprendida con severidad cinco minutos después con un golazo de Jesé. José Rodríguez le puso un centro más bien flojito, pero el delantero canario anotó de tacón, el único recurso que le valía para zafarse de la marca de su par. Sin embargo, el Lugo siguió insistiendo en ataque, consciente de que el Castilla tiene su talón de Aquiles en la zaga. Y en esa herida intentaron hurgar los gallegos, sobre todo desde la banda derecha, con un Víctor Díaz inspirado y bien asociado con el ariete Óscar Díaz.

La posesión era del Lugo, pero el Castilla empezó a sentirse cómodo a la contra, uno de los platos fuertes de su carta. En el minuto 18 Denis pudo anotar el 1-2 tras un contragolpe bien conducido por Jesé, pero el meta José Juan estaba bien colocado. También Alex Fernández estuvo cerca de marcar poco después, con una volea que se marchó desviada por poco

A la media hora de partido, la intensidad comenzó a diluirse, aunque el que pedía la hora era el propio terreno de juego, cada vez más levantado. Castilla y Lugo soñaron con que era un jardín romántico, y ahí siguieron, dándose achuchones. Así, en el minuto 36, Juanfran reventó el esférico en el 1-2, un golazo desde fuera del área. Y ya en el 40, Derik cometió un dudoso penalti sobre Óscar Díaz que el delantero se encargó de transformar.

En la segunda mitad el Lugo acumuló posesión y ocasiones de gol, sobre todo de su inspirado ariete, por cierto un madrileño que ya jugó en el Castilla en la 2005/2006. El delantero local se encontró con Mejías en su primer remate, y en el segundo con un Derik que sin duda evitó el 3-2.

El Castilla se hizo el remolón y se instaló atrás, cediendo la iniciativa definitivamente al Lugo. Rubén Durán perdonó tras un buen centro de Manu desde la banda izquierda, y casi le cuesta caro al Lugo, porque el Castilla sacó el cuchillo y a punto estuvo de matar a la contra en la siguiente acción. Fue un precioso centro de Juanfran y un mal remate de cabeza de Denis (minuto 64).

El terreno cada vez tenía peor cara, y eso se notó en el bajón que dieron ambos equipos en su juego. Cada vez más imprecisiones y menos ocasiones claras, aunque mucho despliegue físico. Pero el barro actuaba por momentos como plomo fundido en los pies de los futbolistas, y ahí parecía que iba a morir el partido. No fue así. Porque Jesé tuvo el gol de la victoria en sus botas, en un remate nefasto que rebotó en un defensa del Lugo y casi se cuela en la portería de José Juan.

Pero sobre todo porque Quique Setién dio entrada a Fran Sol en el minuto 66, y tardó 19 en marcar el gol de la victoria. Fue tras un gran centro de Manu desde su perfil, en la banda izquierda, y quizá el justo premio para los gallegos, que buscaron con celo el gol en la segunda mitad.