Falcao saca de dudas al Atlético con su histórico repóker de goles

Dos derrotas consecutivas eran suficientes para arrancar de las entrañas rojiblancas extrañas ensoñaciones. Era el momento de reflexionar y decir en voz alta, como un quijote, “yo sé quién soy”. Y el Atlético fue un torrente de presión, un equipo que no ofrece ningún margen de error al rival, un equipo de recursos, intensísimo. El equipo del Cholo Simeone. Hubo actitud, pero sobre todo, hubo mucho Falcao. Marcó cinco de los seis goles en todo tipo de circunstancias. Ideal para ilustrar el manual del buen delantero. Adjetiven ustedes la gesta que ha escrito el colombiano hoy. Yo no me atrevo.

El tanteo fue rápido, como si fuera un mero trámite. Un tímido remate de Abel Aguilar y una buena penetración por la derecha de Bruno Gama bien resuelta por Cata Díaz. “Acabemos pronto con esta farsa”, pensó entonces el Atlético. Entonces, el primero que asomó, esta vez sin demonios que escupir, fue Diego Costa. Controladísimo por un millón de ojos tras su última expulsión, hoy estuvo soberbio, con mucha movilidad, remate… el comodín que busca Simeone. Fue el justo anotador del 1-0 (minuto 22), un bello remate de cabeza tras un córner forzado por él mismo.

El Deportivo quería, pero la presión del Atlético hacía imposible todo esfuerzo de los de Oltra por salir con el balón jugado. Riki intentó dar presencia ofensiva con la colaboración de Valerón, pero el esfuerzo era estéril. Pese a ello, el conjunto gallego tuvo una magnífica ocasión tras un remate de cabeza del Flaco que se estrelló en el poste (minuto 26). Pudo ser el 1-1, pero lo único que se consiguió fue trasladar el epicentro al otro área, donde Falcao también dejó claro quién es él a nivel individual en el 2-0 (minuto 28): desmarque, pase de Koke y definición perfecta por bajo.

No aguantaba el Depor el afán del Atlético por robarle el balón casi de manera obsesiva, y sin variar Oltra su guión, el tercero estaba al caer. Diego Costa -impecable esta tarde- fabricó una nueva ocasión escorándose en la banda izquierda, donde se siente a gusto. Partiendo de esa zona se internó en el área de Aranzubía y remató con potencia, pero el guardameta deportivista estaba bien colocado.

El 3-0 del Atlético fue como uno de esos platos fuera de carta. Falcao recibe un balón en un saque de banda, lo deja botar, protegiéndolo de posibles rivales, y cuando él lo creyó oportuno, soltó un tremendo latigazo con la diestra (minuto 41). Se llegaba al descanso, pero el colombiano todavía tenía tanto que decir…

Y así sucedió en la segunda mitad. Apisonado el Deportivo y muertos de miedo sus jóvenes centrales, Radamel Falcao marcó el cuarto, el quinto y el sexto. Es decir, cinco de los seis tantos de esta tarde. Lleva 16 en Liga –tres más que Cristiano- y es el segundo jugador en la historia rojiblanca que ha marcado cinco goles en un partido de Liga junto con Vavá.

El 4-0 vino tras un penalti de Roderick, pero el quinto y el sexto ponen de manifiesto que los grandes delanteros centro se cuentan con los dedos de una mano, y Falcao es uno de los elegidos. 5-0: Arda Turan intenta levantar el balón ante la salida de Aranzubia, el portero del Deportivo consigue tocarla pero desde atrás, como un poseso, entró Falcao, sin florituras, sin contemplaciones (minuto 67). Tres minutos después el ariete ya estaba de nuevo dentro del área visitante. Primero un poco de lucha. Ahora un recorte. Luego la inercia previa al éxtasis le transporta aún más al corazón del área… Era el 6-0. Se disiparon las dudas en el Atlético, estalló la locura en el Calderón… Que reserven páginas y más páginas en las enciclopedias colchoneras, las escritas y las orales, porque el nueve de diciembre de 2012, Radamel Falcao marcó cinco goles como cinco soles en la Liga.