Empate inservible para Murcia y Castilla

A falta de espectáculo fútbol-matemática en Nueva Condomina: la primera parte fue del Castilla pero Javi Jiménez se lució ante Morata y Alex en las dos mejores oportunidades del filial; tras la reanudación fue mejor el Murcia pero los de Siviero tienen un problemón en la definición. Resultante: empate sin goles y reparto de puntos que de poco les sirve tanto a granas como a los chavales del Castilla. Por igualar hasta en los tiros al palo: los locales la tuvieron en la última jugada de la primera mitad por mediación de Kike y Cherysev, después de un jugadón de tiralíneas le pudo dar la victoria al Castilla a tres para el final. En esas dos jugadas tuvieron los tres puntos los dos equipos pero la falta de acierto les penaliza con una captura que sabe a 'pedrea'.

La puesta en escena del Castilla fue la previsible: fútbol de manual, a veces de demasiada posturita, y casi siempre buscando a Cherysev y éste por la vía rápida a Jesé y a Morata; buscando a los 'buenos' en resumidas cuentas. Así llegaron las primeras oportunidades para el filial, al que le benefició la apatía de salida de los grana de Siviero y el frío ambiente en la Nueva Condomina. Morata tuvo la primera clara tras un centro de Omar. Se la sacó felino Javi Jiménez que al poco se tuvo que emplear con otro paradón a tiro de Alex. A los puntos el equipo de Toril era superior pero le faltó eso que Clifford Luyk definió en su momento como 'mirada del tigre'.

Tras la reanudación los grana, que habían cedido sin rubor la pelota y el mando al Castilla, tiraron más arriba la línea de presión. Conscientes de que el triunfo era complicado que llegara elaborando, los grana buscaban en la presión cerca del marco de Mejías, en el error de los chavales del Castilla, el atajo para ganar. Con Molinero y Tagliafico convertidos en extremos, con Cristian García peleándolas todas, el Murcia tiró a los de Toril atrás.

El paso de los minutos se empezó a notar en las piernas de un Murcia muy fatigado, ahí, en el último tramo del partido, el Castilla, con Omar y Mosquera mandando en la zona ancha, volvió a estirarse. Morata puso en evidencia la lentitud de Jorge, luego el filial tuvo la ocasión clara de Cherysev, la del palo, y de ahí al final el correr de los minutos y la sensación de que murcianistas y merengues podían haber estado jugando hasta navidad sin marcar... Y sin goles, ya se sabe, a lo máximo que se llega es a empatar a cero. Vamos, la vida misma.