"Once Juanitos. El mito creciente"

Han pasado más de dos años desde que me senté frente a Juan David y Joaquín Roberto. Ese mismo día también conocí a José, Juani, Mari Carmen y Claudia. Todos con el apellido Gómez como denominador común; los hijos y hermanos de Juan Gómez González "Juanito", respectivamente.

Setecientos cincuenta días después de aquel encuentro, he presentado en Mérida mi segundo libro sobre la leyenda madridista. "Once Juanitos. El mito creciente", se desmarca por completo de mi anterior publicación "Juanito. El genio de Fuengirola". Un libro, de portada espectacular en la que "el siete" transmite esa garra y esa magia de noches de remontadas europeas, de contenidos interesantes, suculentos testimonios, apuntes de alineaciones del Juanito imberbe, finiquitando su lectura con la primera y la última sesión como técnico emeritense; todo ello aderezado con el prólogo de Vicente del Bosque y el epílogo de Lothär Matthäus.

Particularmente emotivo, el hecho de que me hayan acompañado en el salón de actos de la UNED de la capital extremeña, la persona con la que Juanito intercambió sus últimas palabras (Lolino) y la figura que posibilitó la alternativa del fuengiroleño en un banquillo profesional (Pepe Fouto). Y por supuesto, destacar la presencia de Mari Carmen Mira y Jennifer Gómez (viuda e hija), a quienes considero ya, a estas alturas, parte de mi familia.

Además de citadas familiares y del ex preparador físico y ex presidente, jugadores (Pepe Plá), periodistas de la época y actuales, autoridades, representaciones de peñas madridistas y una serie de amigos que nunca fallan, me han arropado en el evento. Una presentación amena, cercana, divertida, muy diferente a las que en su día tuve en La Rosaleda, Bernabéu y Ayuntamiento de Fuengirola con motivo de la obra precedente.

Mérida se merecía este protagonismo. El mismo que adquirió hace veinte años desde el momento que aterrizó Juanito. Lástima que solamente seis meses pudo disfrutar la bella meca romana su presencia, aunque, a tenor de lo expresado en la sala, se antojaron suficientes, pues el mito dejó huella.

Mi compañero de arte incomprendido, no pagado, pero algo reconocido, Calamidad García, puso el broche de oro con su temazo "Minuto 7". Todo ello ante una sala entregada desde el primer minuto del acto.

Como una imagen vale más que mil palabras, qué mejor que complementar este escrito con un video y las más de cien fotos inmortalizando la velada del alma mater de la sección peñas de www.as.com , Don Manuel López. Sin desperdicio alguno, las de antes, durante y después en la celebración del catering. Las correspondientes a altas horas de la noche, las obviamos, ¿no?

Y todo gracias a ti, Juan.

David Rodríguez Castro