REAL SOCIEDAD 4 - RAYO 0
Vela conduce al Rayo a un nuevo ejercicio de esperpento
Dos goles del futbolista mexicano en dos minutos acabaron con un Rayo Vallecano sin defensa. Mikel González y Chori completaron la goleada.
Esta noche la Real Sociedad le quedó muy grande al Rayo Vallecano. Sobre todo Carlos Vela. El mexicano destrozó al conjunto franjirrojo con dos goles en dos minutos, y obligó a Paco a jugar de nuevo con defensa de tres. Fue el preludio de un suicidio, uno más, en el despeñadero al que se asoman los de Vallecas en cada jornada. Esta vez nadie les dio la mano para evitar la caída, y la Real le machacó a la contra, con Rubén Pardo dirigiendo la goleada.
El partido tuvo picante desde el minuto uno. Mateu Lahoz anuló un gol a la Real por mano del uruguayo Ifrán, que vio amarilla por dicha acción. Fue la primera de una trilogía de cartulinas en los primeros nueve minutos de encuentro. En el seis la vio Tito y en el nueve, Casado.
Muy pronto los locales dejaron claro que querían la pelota, y en esos menesteres se aplicaron con enorme solvencia y calidad Illarramendi, y sobre todo un excelso Rubén Pardo, uno de los nombres a destacar en la primera mitad. Movió con soltura el balón y dio ritmo al juego de la Real.El Rayo no encontraba su sitio, no estaban cómodos los de Paco Jémez en Anoeta. Su faro, Trashorras, estaba apagado, y con nulo juego entre líneas por parte de Piti y José Carlos.
Con tan pobres mimbres en el conjunto franjirrojo, tan sólo Leo Baptistao demostró que es un jugador con un potencial enorme. El brasileño firmó el único acercamiento del Rayo en el 20 de partido, dejando atrás a la defensa txuri-urdin con su zancada de gacela pero errando en la decisión. Debió disparar a puerta en vez de centrar.
La segunda dosis de polémica pasó un poco más inadvertida por la picardía de su protagonista. El central del Rayo Gálvez se llevó las manos al rostro tras un disparo, cuando en realidad el esférico había golpeado en su mano. Estaba dentro del área, pero logró sortear lo que era un claro penalti.
A partir del minuto 30,la Real Sociedad se desató. Al buen fútbol que estaban mostrando los de Montanier se unió la casi siempre desacertada defensa del Rayo para que llegaran en un par de minutos los dos primeros tantos, ambos de un inspiradísimo Carlos Vela. El primero llegó después de un error del Rayo al tirar el fuera de juego (min. 30), pero en el segundo Rubén Pardo asistió con maestría al mexicano para hacer su doblete (min. 32)
El Rayo estaba noqueado, pero los locales querían seguir castigando a su maltrecho rival hasta que tirara la toalla. Y si no lo hicieron los de Vallecas fue por la actuación de Cobeño, que salvó a su equipo en al menos tres ocasiones antes del descanso. Las más claras fueron de Rubén Pardo, con una volea que obligó a estirarse al meta madrileño, y de Illarramendi, tras un remate de cabeza en un córner. En el minuto 39, para terminar con su repertorio de paradas, Cobeño repelió un centro-chut de Ifrán.
Tras el descanso, Delibasic sustituyó a Casado, lo que se tradujo en una nueva versión de la pintoresca defensa de tres de Paco Jémez. El Rayo se volvió a mover entre el bien y mal, entre la machada y el ridículo. Hubo un espejismo, un par de ocasiones del Rayo –Trashorras y Javi Fuego-, pero la Real finiquitó a la contra el partido.
En el minuto 60 Mikel González anotó el 3-0 aprovechando un magnífico centro de Carlos Vela, tirando por la borda las escasas esperanzas rayistas. Pudo acortar distancias el Rayo tras una jugada de Lass –había sustituido al Chori Domínguez-, pero Delibasic remató en fuera de juego. Quedaba el cuarto, obra del Chori Castro, para terminar de aplastar al Rayo, al que esta vez se le clavó en la sien la bala de la pistola con la que juega cada fin de semana.