"Informe Robinson me salvó de la depre de El Día Después"

¿Cómo se gestó 'Informe Robinson'?

Álex Martínez Roig (director de contenidos de C+) me había comentado que pensaba hacer algo. Entonces, yo estaba muy dolido por la muerte de El Día Después, no me sentía con fuerza. Un día, Álex me enseñó Real Sports, un programa de la HBO, y yo le miré con mala cara: "Está bien, pero es mejorable". Y él vio que había pasado mi luto, que estaba preparado. De alguna forma Informe Robinson me rescató de la depresión por El Día Después (risas).

¿Qué hay de El Día Después en Informe Robinson?

Que lo que prima es la imagen. Quise evitar hacer radio en tele. El matrimonio de una imagen no siempre es la voz. A veces es más elocuente una sintonía, una música que subraya, una emoción, pero para procurar que haya emoción tienes que tener muy buenos cámaras y muy buena realización.

¿Cuál le cambió más?

El Día Después. Venía de jugar al fútbol y pensaba que la tele era flor de un día. Pero llegó El Día Después y convivió conmigo 16 años. Yo ya lo veía como alguien que me acompañaba. Eso sí, ahora, en la nueva etapa, no quise volver. Aún subyace en mí un gamberro, pero un gamberro de 54 años, y un cincuentón haciendo El Día Después no cuela. Pero era más Michael, más yo.

Define Informe Robinson como un cuento.

Lo es. No importa quién gane o pierda. Hacemos Informe Robinson donde hay una historia humana. Este año quitamos el plató. En su día nos dio un look elegante. Pero cinco años después es innecesario. Sin plató hay siete minutos más de tele.

En el debe, Guardiola...

Es una asignatura pendiente. No me quita el sueño, pero sí lo deseo. Y espero. Me dio su palabra.

¿Algún otro?

No. A la vuelta de cada esquina puede haber historias bellas. Muchas cosas están delante. Los héroes siempre están ahí. Lo que hace bien este programa es que mira, ve bien.

¿Algún reportaje le dio miedo?

El segundo que hicimos de Seve. Fue tremendamente difícil. Dudé de ser capaz. Tuvimos mucha amistad. Y ver a mi amigo luchando contra su enfermedad y manteniendo esa elegancia, era muy, muy, muy difícil.

¿Ha podido volver a verlo?

No. No. No... Le echo tanto de menos... Yo tenía dos ídolos. Ali y Seve. Y a Seve le conocí. Y me dejó entrar en su intimidad. Y cuanto más le conocía, más le admiraba. Cómo luchó... Hacer aquel Informe Robinson Sabía que teníamos que hacerlo. Y Seve quiso porque pensaba que podía ayudar. Pero hacerlo... Eso fue lo difícil. Hacerlo.