Ibrahimovic arengó a Suecia en el descanso frente a Alemania

El día después del Alemania-Suecia (4-4) disputado el pasado martes ha sido muy distinto. En el país germano no terminan de entender cómo es posible que, después de ir ganando 4-0 y a falta de 30 minutos para el final del partido, se dejasen empatar un encuentro que tenían ganado. Mientras, en tierras nórdicas alaban el coraje de su selección y, más concretamente, a su gran estrella y capitán: Ibrahimovic.

Pero empecemos por los suecos. El partido se les puso muy rápido cuesta arriba. Llegaron al descanso con 3-0 y un baño alemán de juego. Sin embargo, lejos de venirse abajo, Ibrahimovic se encargó de animar y levantar a sus compañeros en el vestuario: "Hoy (por ayer) ha demostrado que es un gran capitán. En el descanso nos ha dicho, entre otras cosas, que tenemos que mejorar y ser valientes. Nos animó diciéndonos que ahora jugamos lo que nos queda de partido para que podamos tener un poco de dignidad antes de irnos a casa", reconoció el defensa Hamren. Pero no fue el único que piropeó al delantero del PSG, que abrió la remontada con un gol de cabeza. Antes de que llegase el 4-4 definitivo de Elm, Sana tuvo una gran ocasión, que finalmente erró. Kallstrom abroncó a su compañero por el error e Ibrahimovic se interpuso en la bronca. "Ha demostrado que es un verdadero capitán. Fallé en un momento muy importante para el partido y él vino y me apoyó. Es un ídolo para mí". Incluso su compañero Anders Svensson no dudó en destacar el gesto de su capitán: "Vi la jugada y, al término del encuentro, le comenté a Zlatan que lo que hizo fue muy bonito. Demostró mucha personalidad".

Drama germano. Mientras, en Alemania la prensa cargó duramente contra su selección. Es la primera vez en la historia que se deja remontar un 4-0 a favor, lo que ha provocado una lluvia de críticas. "Jogi, ¡eso sí que fue una estupidez", titulaba el diario Bild atacando directamente al seleccionador, Joaquim Löw. En Der Spiegel, se apuntó a los jugadores: "Hubo demasiada poca voluntad y ningún líder". Por último, el Süddeutsche Zeitung fue mucho más contundente: "El empate fue sencillamente vergonzoso". Solo Franz Beckenbauer respaldó al equipo: "Fue un acto de imprudencia que no se repetirá, de eso estoy seguro. Creo que los jugadores todavía no saben lo que hicieron. Nunca vi un partido tan curioso".