...Y ahora, contra los cinco primeros en seis semanas

Un Tour para escaladores", vienen diciendo los especialistas desde que ayer se presentó el recorrido de la nueva edición de la mejor carrera ciclista del mundo. A Contador, Wiggins, Schleck y compañía les espera subir Alpe d'Huez en dos ocasiones en una misma etapa. Una broma al lado de lo que les espera a los pupilos de Fabri en el próximo mes y medio. Pirineos y Alpes del tirón. Así, de entrada, el Racing va a enfrentarse a seis de los siete primeros en las próximas seis jornadas.

Para abrir boca, el domingo (18:00h), el líder, el Elche. Luego, sin solución de continuidad, Alcorcón (3º), Girona (4º), Villarreal (5º), Barça B (7º) y Almería (2º). De hecho, de los diez primeros de la clasificación, el Racing solo ha jugado hasta ahora con el Murcia (6º) y Recreativo (8º).

Dudas. El análisis de estos datos deja automáticamente una pregunta en el aire: si contra 'los malos' está siendo incapaz tanto de jugar bien como de ganar, ¿qué puede pasar ante los mejores? Es aquí donde los racinguistas se agarran a que el fútbol no es una ciencia exacta.

Lo que no está teniendo una excesiva incidencia para los números de los racinguistas es el hecho de jugar en casa o fuera. En El Sardinero ha logrado una victoria, tres empates y una derrota, frente a una victoria, dos empates y dos derrotas a domicilio. El balance goleador es de 4-2 en su estadio y de 5-3 como visitante. En cualquiera de los casos, siempre con resultados muy ajustados. Únicamente en Córdoba (2-0) encajó más de un gol y solo ante el Recre (3-0) fue capaz de anotar en más de una ocasión.

Si Fabri, ya cuestionado por la grada, salva estas etapas montañosas, es que el fútbol del equipo va a mejorar notablemente.

Un calendario totalmente desequilibrado

Una simple ojeada a la clasificación adjunta (en fondo blanco los rivales contra los que ya ha jugado) demuestra que la segunda parte de cada vuelta va a ser durísima para el Racing. Lo dramático es que no se ha aprovechado la parte fácil del calendario. Ahí, sin duda, se ha pagado el descalabro de planificación que ha impedido que el equipo empezara en forma.