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Liga BBVA | Osasuna 0-Betis 0

Un empate insípido

Osasuna es farolillo y el Betis sale de Champions. Más pundonor que fútbol en ambos equipos. Rubén tuvo la victoria y le anularon un gol legal

Actualizado a
<b>OCASIÓN BÉTICA. </b>El defensa brasileño Paulao salta por encima de la defensa rojillo y cabecea a la izquierda de Andrés Fernández. Faltó poco para fuera el 0-1.
OCASIÓN BÉTICA. El defensa brasileño Paulao salta por encima de la defensa rojillo y cabecea a la izquierda de Andrés Fernández. Faltó poco para fuera el 0-1.

Osasuna y Betis mpataron sin goles en un partido rudo, con apenas 15 primeros minutos de fútbol visitante y pocas ocasiones que contar, casi siempre para los de Pepe Mel. Un choque marcado por la necesidad local y por la ausencia (sanción) del mejor futbolista que tienen los béticos, el mediocentro internacional Beñat. La igualada deja más acidez que dulzura en ambas escuadras, pues los navarros regresan al farolillo rojo y los verdiblancos se caen de esos puestos de Champions que han podido saborear durante el parón.

El Betis que saltó al Reyno, seguro de sí mismo, demostró que puede vivir sin Beñat. Donde no estaba el vasco había tres centrocampistas, y atrás se sufrió menos que de costumbre. En los primeros minutos los de Mel parecían un equipo efervescente en el brillaba, precisamente, el sustituto del mediocentro de Igorre: Salva Sevilla. Grandes primeros momentos de esta campaña para el almeriense, que a poco de comenzar el choque habilitó a Jorge Molina con un gran pase interior. Andrés Fernández la tocó lo suficiente para evitar el gol mientras su equipo no le encontraba la cara al partido.

Fútbol directo, muy típico de Pamplona, pero poco efectivo ante la contundencia de los centrales béticos, otra de las claves para salir indemne de Pamplona. Osasuna tiene motivos para preocuparse, pero puede mirarse en el espejo de un hombre incombustible, que ayer se convertía en el que más ha jugado de rojillo: Puñal. Tiene pinta de sufrimiento el equipo de Mendilibar, pero la casta, sobre todo en casa, no la perdió. Al menos le queda eso.

El Betis cuajó peor resultado y sin embargo mejor imagen que otras veces. Sin brillantez, pero con ocasiones. Una falta de Salva la cabeceó Paulao (sí, otra vez él) a centímetros del palo y Arribas estuvo a punto de hacer autogol en otra contra rápida desde la izquierda, donde Juan Carlos estuvo participativo pero poco iluminado.

Llegaba el Betis gracias a la velocidad del de Boadilla y a la capacidad para prolongar y retener de Molina, también con la movilidad de un Rubén Castro menos en punta que de costumbre, pero tan ávido de gol como siempre. En el 16', el canario la mandó a la red con un chut de esos a banda cambiada que tanto le gustan, pero Velasco invalidó el tanto por un fuera de juego que no existía.

Le duró equipo de Mel el mando del partido lo que tardó en diluirse Salva, falto de rodaje. Osasuna tiró de orgullo con balones a la espalda bética y se montó en la moto de un futbolista criado en Heliópolis, Cejudo. El extremo y otro canterano verdiblanco, Álex Martínez, mantuvieron un bonito duelo, y fue en ese costado donde creó Osasuna las dos o tres jugadas de peligro de las que gozó. Una de ellas, la más clara, resuelta perfectamente por el canterano Adrián en un mano a mano con Lamah. Cada día hay más portero.

Peor segunda parte.

El Reyno de Navarra no regala nada. Osasuna echa de menos fútbol, pero al calor de los suyos se deja la vida en cada envite. Por eso para ganar allí hay que estar más atento que nunca a los detalles, pisar con pies de plomo. Por eso, y porque evidentemente no tenía a su organizador, pegó el Betis más pelotazos que de costumbre.

Le falta pegada a Osasuna, además de juego. Lo suple con kilómetros, con una presión alimentada por la buena colocación de Puñal y el ghanés Annan. Por el mediocentro deberá comenzar a remontar el equipo rojillo. Con Salva ya cansado, el Betis estuvo mucho menos lúcido en la segunda mitad y sintió más el aliento rival. Lamah puso en apuros a Adrián, aunque no era su día como tampoco el de Joseba Llorente. Aún sin un alarde de fútbol, el equipo de Mel pudo ganar siempre, como cuando Castro empañó un gran control orientado con un adorno de vaselina ineficaz. El punto es insípido por las consecuencias y las causas, pero nunca poco para ambos. Porque el Betis fue mejor, pero el Reyno de Navarra son palabras mayores.

464 partidos para Puñal

Puñal jugó ayer frente al Betis su partido número 464 en las filas del equipo navarro, superando así a Echeverría. El equipo llevó una camiseta especial y el mediocentro, con 37 años, fue titular. Precisamente también en un Osasuna-Betis, Puñal se convirtió en el rojillo con más partidos en Primera.