Al Lugo no le da para ganar, pero el Racing ni lo intentó

El Lugo, un recién llegado a Segunda tras muchos años de mili por esos campos de Dios, es un equipo modesto, con limitaciones y sin otra aspiración que no pasar apuros de cara al descenso. De hecho, sobre el campo hace una propuesta futbolística estimable: sensata, ordenada, equilibrada y nada rácana. Pero con la calidad justa para pasar el día. Por eso no ganó ayer en El Sardinero, porque siendo mejor, teniendo más la pelota y queriendo más que los locales, su horizonte se acababa a 25 metros de Sotres. Allí donde rompen las olas, los de Setién se ahogan. Por eso cuesta decir que merecieron ganar.

Lo que no cuesta nada es decir que el Racing no mereció ganar. Ni por asomo. Aunque el árbitro le anulara un gol discutible. Lo único que hubo en el tanto, por supuesto en un balón colgado desde 40 metros, fue un empujón de Bocanegra a su compañero Yuste. Tal vez el árbitro entendió que se apoyaba para mantenerse en el aire. Es lo de menos, lo realmente importante es que los de Fabri van de poco a nada. Ni hacen fútbol (ni tan siquiera lo intentan) ni consiguen resultados. Al menos ayer, en comparación con Las Palmas, la defensa pareció una defensa. Claro que si Quique Setién tuviera los delanteros de Sergio Lobera...

Cambios.

Tras el batacazo copero, el míster racinguista se cargó a medio equipo (a Jairo dijo que era para darle un respiro y tener una bala en la recámara) y de salida pareció que iban por el partido. Presión un poco más alta, un par de entradas por banda de Bouazza y Ferreiro y una 'casi' ocasión para Kaludjerovic en diez minutos. Fue un espejismo. Entre que al centro del campo racinguista se le come cualquiera (lo de Quique Rivero ya parece una apuesta: "a que no hay huevos de no poner al único que...") y que el extraño ambiente que se vive en El Sardinero parece destrozar la autoestima de los locales, a la media hora ya no quedaba rastro del Racing.

En la segunda parte, además, el factor físico también jugó en contra. El público, por si faltaba algo, aumenta el radio de acción de sus protestas, Pernía, el Consejo, ayer con claridad, Fabri y amagó con ir a por los jugadores. Más madera.

No gustan los bostezos

La revista que se regala a los asistentes al estadio, tuvo su reparto bloqueado hasta la 11:35 por orden del Consejo. No gustaba la portada y el mensaje subliminal que envíaba: una racinguista bostezando. Al final, Harry recapacitó y levantó el veto. Una foto, sin duda, premonitoria.

Q. Setién "Nos cuesta dar el último pase"

El partido lo hemos tenido bastante bien controlado, incluso cuando el Racing ha estado mejor. En la segunda parte ellos estuvieron más cansados y nos aprovechamos. Lo que nos viene pasando es que a la hora de resolver, nos cuesta dar el último pase con claridad y finalizar. Ha sido un partido muy especial para mí, lo reconozco. No me siento referente de los que protestan, pero yo soy uno más de los que protestan. Me duele lo que está pasando".

Fabri "Hemos jugado muy mal"

Es una rueda de prensa dura para mí: hemos hecho un partido muy malo, sin nada. Sin ritmo, sin contrataque, sin ocasiones de gol. Entiendo que la gente se cabree, que grite contra el entrenador. Si yo fuera socio del Racing y viera esto también gritaría. Pese a todo, yo tengo que tener ilusión, trabajar y mirar hacia lo más alto. ¿Falta de calidad? Hay jugadores con futuro, pero estamos jugando con cinco o seis futbolistas que estaban en Tercera...".