Liga BBVA | Málaga - Valladolid
El talento de Isco mide a Djukic
El Málaga aparca la Champions porque desconfía de un consolidado Valladolid
Muchas de las coincidencias entre Málaga y Valladolid han venido jalonadas por recuerdos curiosos. En septiembre de 2001 Tote marcó un golazo en pleno minuto 92, en una maravillosa jugada 'a lo Maradona', donde regateó a todo el mundo desde su campo. La Rosaleda aplaudió con deportividad pese a que su equipo perdió por 1-2. Un año antes, el genial Darío Silva anotó a los blanquivioletas el que fue gol más rápido de la historia liguera (ocho segundos) hasta que Joseba Llorente (entonces en el Valladolid) rebajó en una décima (7,9 segundos) tan heroico registro. La última vez que se vieron, en 2010, Javier Clemente montó un bonito autobús que le sirvió para llevarse un soso empate que no salvó al Pucela de bajar a Segunda.
Y por si esto no fuera poco, Miroslav Djukic pudo ser entrenador del Málaga, pero el empate blanquiazul en el Sánchez Pizjuán (2-2) difuminó la decisión que el entonces presidente, Fernando Sanz, tenía programada.
Hoy, el partido ofrece alicientes interesantes. El Málaga ha tenido una semana de parón que le ha compensado del tremendo trajín de tener que jugar dos competiciones. Y lo que le queda, dieciocho partidos en dos meses. ¿Resistirá tan frenético ritmo el equipo de Pellegrini? La afición de La Rosaleda está muy ilusionada con el histórico partido del próximo miércoles, un sueño hecho realidad llamado Milán. Y este tercio Demichelis advierte con prudencia que "La Liga es lo que nos da de comer".
El Valladolid tiene el sello de un técnico que siendo futbolista era el impulsor (desde su puesto de líbero) de un juego atractivo, combinativo, de calidad y que ha corroborado que se puede ascender sin tener que dar patadas a mansalva. Sólo jugando bien. Los frutos los está recogiendo.
Y en el Málaga de los siete internacionales, mención especial para Isco, de cuyo futuro se habla tanto o más que del de Falcao. Que si le vio el City de Mancini. Que si su cláusula de 21 millones de euros es raquítica. Que si Del Bosque le debería llamar para el 'Equipo A'... El chaval sigue igual que siempre: tranquilo y a lo suyo que es convertir todas y cada una de sus actuaciones en sobresalientes espectáculos.
Javi Guerra, un viejo anhelo
El caso de Javi Guerra resulta llamativo. El futbolista malagueño ha sido pretendido en varias oportunidades por el Málaga. Y siempre se encontró con la negativa del Valladolid a dejarle marchar. Ahora no está encontrando el camino del gol, pero espera cortar su mala racha pronto. Miroslav Djukic le defiende: "Un delantero vive de los goles y todo se supera trabajando. No le hace falta ni un psicólogo ni la pitonisa Lola, sino seguir trabajando. Confiamos en él y su momento llegará. Ha marcado 50 goles en dos años y esto no es casualidad; no se le ha olvidado jugar al fútbol. Eso, seguro".