Sandoval reactiva al Sporting que consigue ganar al Almería

El Sporting sumó los tres puntos ante el Almería en el debut de José Ramón Sandoval al frente del equipo, en un partido en el que las principales diferencias con el juego anterior fue la garra mostrada y el buen trato al balón que antes brillaba por su ausencia.

El debut de Sandoval en el banquillo del Sporting deparó de mano algunas novedades que contrastaban considerablemente con el juego que estaba realizando el equipo gijonés hasta el momento, ya que en toda la primera parte no hubo ni un solo pelotazo desde la defensa, al contrario que en las primeras jornadas. Sin embargo, esa orden de sacar el balón jugado creó algunas indecisiones que provocaron más de un susto, más que nada porque los rojiblancos no están acostumbrados y tardaban mucho en ejecutar acciones que deberían ser casi automáticas. Los locales salieron mucho más enchufados que en partidos anteriores con una mayor lucha en el centro del campo e intentos de acercarse a la portería del Almería ya desde el minuto inicial.

La lucha en el centro del campo fue mucho más igualada que en otros partidos y en un primer momento parecía que los andaluces, más acostumbrados al juego de toque, ganaban la partida y suyas fueron las primeras ocasiones aunque esta llegaron en jugadas a balón parado. Córners y faltas laterales se convirtieron en una pesadilla para la zaga local que veía como los almerienses les ganaban todas las acciones, y primero Ulloa remató de cabeza alto y minutos después fue Soriano quien sorprendió a la defensa al rematar solo, aunque Juan Pablo tocó el balón y éste se estrelló en el larguero.

Los nervios empezaron a extenderse por las gradas y también entre la zaga local que se complicaba en demasía al sacar el balón pero poco a poco la lucha se equilibró en el centro del campo y el Sporting empezó a gozar también de ocasiones con dos tiros de Sangoy que salieron altos, como primeros avisos. Trejo tanto en acciones individuales como con pases a sus compañeros puso en jaque la defensa visitante, primero al dejar pasar entre las piernas el saque muy cerrado de córner que a punto estuvo de sorprender a Esteban.

La primera gran ocasión del Sporting fue en el minuto 36 cuando David Rodríguez robó el balón a Mejía y disparó a bocajarro pero Esteban respondió con una gran parada y posteriormente una internada de Trejo que se plantó ante el portero almeriense, que de nuevo respondió con acierto en dos ocasiones porque el rechace llegó a pies de Bilic que también remató. La segunda parte no pudo comenzar mejor para los intereses del Sporting, ya que cuando apenas se llevaban jugados dos minutos Trejo robó un balón en el centro del campo, cedió a Sangoy, que se internaba por la banda, centró y Bilic tocó lo suficiente para superar a Esteban.

El Almería acusó el gol del Sporting y los siguientes minutos fueron de total dominio local, que encerró a su rival en su medio campo pero como los rojiblancos no parecen que puedan tener un partido tranquilo el centrocampista Mandi, uno de los puñales en esa parcela, cayó lesionado y en su lugar entró el joven Alex Barrera, con media hora por delante.

Apenas habían pasado cinco minutos cuando llegó el habitual error de la zaga sportinguista y el Almería aprovechó su ocasión para empatar con un disparo de Verza desde el borde del área en el que había sido el primer acercamiento de los andaluces en toda la segunda mitad. El partido brindó ocasiones para los dos equipos, la primera y muy clara para el Sporting en una jugada personal de Orfila, que a base de regates se plantó delante de Esteban, que rechazó su disparo y posteriormente el intento de remate de cabeza de David Rodríguez. Carmona, que acababa de salir al campo sustituyendo a David Rodríguez, volvió a adelantar al Sporting en el primer balón que tocó, con acierto al cruzarlo fuera del alcance de Esteban.

Desde ese momento y hasta el final muchos nervios en el campo porque el Almería no renunció al empate, lo que propició dos buenos pero desperdiciados contraataques por parte del Sporting que mantuvieron la incertidumbre hasta el final.