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El Hércules pide a acreedores que le perdonen 25,7 millones

García Pitarch, presidente del Hércules, ha trasladado a Valentín Botella y Enrique Ortiz la necesidad de que renuncien a los 25,7 millones de euros que les adeuda la entidad.

El Hércules ha solicitado a sus máximos acreedores que perdonen una deuda de alrededor de 25,7 millones de euros como única salida para que el club, que se encuentra sumido en un proceso concursal, sea viable.

Jesús García Pitarch, presidente del Hércules, ha trasladado a Valentín Botella y Enrique Ortiz la necesidad de que sus empresas renuncien a los 25,7 millones de euros que les adeuda la entidad y en las próximas fechas tendrán que dar una respuesta.

A día de hoy, el Hércules cuenta con unos fondos negativos de 56 millones de euros y un capital social de 21.230.000, que en el caso de que Botella y Ortiz perdonaran la deuda con sus empresas ascendería a casi 47 millones de euros, lo que Pitarch consideró que serían unos números que desearían para sí muchos clubes.

Pitarch opina que sacando adelante el convenio con los acreedores el club sólo estaría solucionando su problema de forma momentánea y aseguró que la única forma de que la entidad sea viable es si los máximos acreedores renuncian a cobrar lo que se les adeuda.

En este sentido, explicó que en la junta de acreedores que se celebrará hacia finales del mes de diciembre, se planteará cuatro opciones: la primera es una quita del cincuenta por ciento y un pago aplazado del resto de la deuda; la segunda, un pago reducido y el cobro de un plus en caso de ascenso; la tercera, capitalizar su deuda en acciones.

La cuarta posibilidad, para los acreedores de menos de cincuenta mil euros, sería la opción de cambiar su deuda por abonos de temporada o publicidad.

La opción que maneja el club como preferencial supondría que Ortiz y Botella capitalizaran su deuda en acciones lo que supondría que el club tendría que hacer una ampliación de capital por compensación de créditos, lo que a su vez podría darles el control de la mayoría de acciones, que ahora está en poder de la Fundación Hércules, con un 84 por ciento de los títulos.

Pitarch explicó que es la mejor solución que encuentran para el club, aunque reconoció que el proceso "no va a ser pacífico", entre otras cosas porque la Fundación adeuda al Instituto Valenciano de Finanzas dieciocho millones de euros y este organismo autonómico no ha podido pignorar las acciones de la Fundación, pese a que, según Pitarch, lo habría solicitado.

No obstante, comentó que durante los próximos nueve o diez años, se pretende que, sea quien sea el dueño del club, tenga sus movimientos fiscalizados por entidades como la Liga de Fútbol Profesional, el Consejo Superior de Deportes y Hacienda.

El máximo dirigente del Hércules comentó, por otro lado, que existe un acuerdo verbal con Hacienda para el pago de la deuda de algo más de ocho millones que el club tiene y aseguró que, en el momento de la firma, la entidad ya abonará directamente dos millones.

Pitarch reconoció por otro lado que, a día de hoy, no es legalmente el presidente ya que el club tiene la hoja registral de lo Mercantil cerrada porque no ha aprobado las últimas cuentas anuales en los dos últimos ejercicios.

El máximo dirigente, que defendió su gestión desde que asumió el mando de la entidad este verano, admitió que si el Hércules acabara descendiendo a Segunda B -a día de hoy ocupa plaza de descenso-, supondría la desaparición de la entidad.