NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

LIGA ADELANTE | CASTILLA 3 - LAS PALMAS 2

El Castilla sobrevive a Las Palmas

Jesé, Borja García y Lucas pudieron con los goles de David García y Vitolo. Los canarios, en descenso, tuvieron ocasiones para empatar. El Castilla ya es séptimo.

Fernando López de Lorenzo
Jesé, tras marcar el 2-1.
Jesé, tras marcar el 2-1.

El Castilla es un equipo de contrastes. Con la misma facilidad con que destapa sus virtudes, los de Toril no son capaces de encontrar un remedio eficaz a sus goteras, la defensa, los balones por alto y verse con ventaja. Por eso sufre, y mucho, en su nueva aventura en Segunda. Las Palmas no mereció perder, descubrió dos de esos errores y empató dos veces el partido, aunque no fue capaz de aprovecharse de un filial agarrotado cuando las cosas se ponen muy tensas. Pero hay algo que subsana todos esos errores, todos esos males: la extraordinaria habilidad que tiene el filial madridista para marcar goles. Y de ellos, un buen número se los apunta Jesé. De la mano del canario, el Castilla vuela. Los siete tantos que lleva Jesé, el último ante Las Palmas, permiten al Castilla vivir con tranquilidad en la competida división de plata del fútbol español.

Sin apenas tiempo para hacer marcas en el rocío que bañaba el césped del Alfredo Di Stéfano, el marcador ya apuntaba 1-1. Primero Borja García remató a un metro de la línea de gol un buen centro Juanfran. Nadie defendió al extremo y nadie detuvo al delantero. Sólo dos minutos después, David García aprovechó el terrible error de Jesús, incapaz de blocar un inocente centro. El meta no sólo no cogió la pelota sino que la dejó muerta a los pies del central amarillo. La locura inicial acabó unos segundos después, cuando Lucas, solución de Toril en la banda izquierda, desaprovechó un regalo de Jesé y estrellase un misil en el larguero.

Esos siete minutos dejaron exhausto a más de uno y el necesario sosiego se apoderó del partido. Hasta que apareció Jesé. El canterano madridista goza de muchas de las virtudes de un gran futbolista. Y entre ellas está el lanzamiento de faltas. De una de ellas, forzada por el propio delantero canario, salió el 2-1. Álex Martín puso una barrera larga ante la buena colección de lanzadores madridistas y el peligro de la falta, a centímetros de la frontal. El problema fue que su muro bloqueó la visión tanto de su palo como del otro. Cuando sus compañeros se abrieron y el portero descubrió el pelotazo de Jesé, el balón ya estaba dentro de la portería. Con una mínima ventaja se llegó al descanso, pues el propio Jesé, oriundo de Gran Canaria, dejó con vida a su rival en la última contra. Hay lazos que son irrompibles.

Las Palmas entendió el fallo como una nueva oportunidad. Se hizo con la pelota y buscó el empate desde el reinicio. Los canarios disfrutaron de unos minutos espectaculares, encerraron al Castilla y gozaron de varias buenas ocasiones. La mejor de ellas supuso el empate tras una fabulosa definición de Vitolo, que superó la salida de Jesús con un suave toque por encima del portero. El gol espoleó a los canarios. Pero generó el efecto opuesto. Sólo un minuto después Lucas, esta vez sí, condenó la ilusión de Las Palmas con una contra llevada por Juanfran, incansable por su carril.

Quedaban todavía 25 minutos y parecía que el gol castillista era el final del partido. Fue así, pero bien pudo cambiar el resultado en numerosas ocasiones. Y casi todas por parte de los visitantes. No hay partido fácil en Segunda y menos para un Castilla que tiene fobia a las ventajas, que siente vértigo al verse por encima. Lo saben sus rivales y a punto estuvieron de volver a castigarle. Sin embargo, Las Palmas es un equipo que atraviesa muchos problemas y, a pesar de llegar a tener hasta tres delanteros sobre la hierba, no fue capaz de encontrar el empate en su asedio final. Ese punto no le habría sacado del descenso, aunque habría corregido la peligrosa deriva de los canarios. Un rumbo muy diferente al que lleva el Castilla, séptimo y subiendo.