Cambia la propiedad pero se mantiene el proyecto

Tras el partido ante el Huesca, Joaquim Boadas, presidente de la entidad, confirmó al Diari de Girona que esta semana se formalizará el cambio de propiedad del club: "Es inminente, falta certificar que se ha transformado monetariamente la entrega de la garantía bancaria", es decir, que el aval se ha hecho efectivo. El hasta ahora máximo accionista de la entidad, Josep Delgado, dejará de serlo en favor de una sociedad cuyas caras visibles son los directivos Ricard Dilmé y Dani Alonso. De todas maneras, Delgado no se desprenderá totalmente de sus acciones y seguirá teniendo una participación del club. Un final satisfatorio para todas las partes ya que Delgado hace meses que quiere vender sus acciones (las llegó a poner al precio de un euro) y la propiedad seguirá recayendo en manos de inversores gerundenses.

Misma línea. Pero si algo tienen claro los nuevos propietarios es que no van a cambiar prácticamente nada. El propio Alonso comentó en el Alcoraz que "Lo que va bien no se ha de tocar. Creemos mucho en la gente que está llevando la gestión del club." Es decir, por un lado se confía plenamente en la estructura deportiva (Sergi Raset y Rubi gozan de la máxima confianza) y por la otra en la estructura directiva: Boadas seguirá como presidente mientras que Kat Groska continuará como directora general de la entidad. De hecho, la voluntad de los nuevos accionistas mayoritarios quedó más que patente con la siguiente frase: "No queremos darle un nuevo sello al club", zanjó Alonso.

De hecho, los pocos cambios que sufrirá el club afectarán sobre todo a la junta directiva, donde ya se ha confirmado que habrá "dos o tres" consejeros más, también vinculados a la estructura empresarial de la ciudad. La intención de los nuevos accionistas es dotar al club "de estabilidad" algo que sin duda ha echado en falta estos últimos años. Además hoy, la situación deportiva acompaña.