Liga BBVA | Rayo 2 - Deportivo 1
Piti y José Carlos rescatan al Rayo ante el Deportivo
Pizzi hizo de penalti el gol del equipo gallego en Vallecas
El Rayo se presentó puntual al partido y en media hora acumuló la renta suficiente como para llevarse la victoria. El Deportivo llegó tarde al encuentro, porque apenas dio señales de existencia en la primera parte y cuando hizo acto de presencia en Vallecas ya era demasiado tarde. Para entonces, Piti y José Carlos ya habían exprimido la somnolencia del equipo gallego para salir al rescate de un Rayo que había perdido los tres encuentros anteriores. Dos eran las derrotas consecutivas del conjunto de Oltra, pero ni aun así asumió que la tardanza en comenzar a competir de verdad suele pasar factura.
Esa entrada en la lucha por el triunfo llegó propiciada más que por su juego por un penalti por mano de Tito, que Pizzi transformó en gol, cuatro minutos antes del descanso.
Antes, el único que pareció estar centrado desde el inicio fue Aranzubía. El guardameta del Deportivo detuvo primero un disparo peligroso a Delibasic y otro a Piti. El Rayo era el dueño del balón y del partido. Tanto que el Deportivo prácticamente no había ni puesto a prueba la defensa de cuatro que alineó ayer el Rayo. El penalti por mano de Tito metió al cuadro herculano en el encuentro. Entonces comenzó a dar señales de que ya estaba en Vallecas.
El cambio. El desperezamiento completo llegó en la segunda mitad. Oltra dio entrada a Nelson Oliveira para jugar con dos delanteros y retiró a Evaldo para actuar con tres defensas.
La variación en el dibujo táctico hizo efecto, al menos en el juego. El Deportivo comenzó a tener mayor posesión del balón, un factor inversamente proporcional de lo que le sucedió al Rayo, a quien las imprecisiones en el pase le mermaron en las transiciones. Aún así, el héroe volvió a ser Aranzubía que resolvió con frialdad un mano a mano con Delibasic y otro con José Carlos.
La mejor ocasión del Deportivo la tuvo Riki, quien se presentó solo ante Rubén, aunque no acertó a encontrar portería en su disparo. Peor fue lo de Nicki Bille, que únicamente necesitaba empujar el balón en la dirección adecuada, pero lo hizo en la equivocada.