Las Palmas cae víctima de un Almería práctico

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. En el caso de Las Palmas, esa cifra se multiplica hasta perder la cuenta. En una categoría donde la practicidad es oro, la formación grancanaria hasta el momento solo ha picado en la piedra. Por eso, acumula su séptima fecha seguida del calendario sin ganar tras el engañoso marcador de Santander (0-1). Ayer, ante la UD Almería, volvió a jugar mejor que su rival. Pero, a diferencia del curso pasado, se marcha a casa derrotada, cubierta de dudas y con su entrenador pendiente de la llamada definitiva, esa que nadie quiere recibir.

Ocurre que el fútbol es uno de los deportes que más injustos, si no el que más, atendiendo a los méritos de uno y otro contendiente. Porque Las Palmas fue ayer mejor que el Almería, que se limitó a defender ordenadamente para después atacar tímidamente. Cierto es que el césped del Estadio de Gran Canaria invita al llanto, pero aún así el equipo de Lobera intentó rasear un balón que botaba cual conejo. Intentaba trenzar, y así llegó una excelente asistencia de Thievy a Hernán, cuyo disparo fue repelido por un certero Esteban, quien, poco antes del descanso, se cebó con el futbolista franco-congoleño.

El desierto marcador al descanso le venía de perlas a la formación andaluza, que pronto captó la ansiedad de Las Palmas al no encarrillar, por cuarta vez, un partido en el que ejerce de anfitrión. Había, desde luego, una sensación de miedo escénico que explotó con el gol de Verza a los 58 minutos. Lobera intentó recomponer a los suyos del golpe moral sacando a Chrisantus y Vitolo, pero de poco le sirvió. Antes, Gracia tuvo a bien disponer de un Jonathan que desquició a la defensa amarilla, pues falló un gol cantado antes de provocar el penalti marcado por Charles, ante el que nada puso hacer Tyronne (ya se habían agotado los tres cambios).

Alma. En pleno bajón físico y moral, la Unión Deportiva tiró de ímpetu, de alma, de esa fuerza que no se ve pero que siempre aparece. Por eso Thievy, con la ayuda de Esteban, hizo el 1-2 en plena cuenta atrás. Al final, para nada. Las Palmas se cubre de incertidumbre. Resoplan en Pío XII. Y en las gradas

El detalle: El césped, en mal estado

Parece lejos la solución a los problemas del césped del Estadio de Gran Canaria. Tras haber superado con creces el mes de plazo para su recuperación, ayer volvió a presentar un mal aspecto, especialmente en una de las áreas (junto a la Grada Curva) y el centro del campo.