Bielsa sigue erre que erre con un plan fallido

Las caras largas de la expedición del Athletic a su regreso de Praga lo decían todo. Hay honda preocupación en el club por la situación deportiva, porque lo de la institucional es ahora mismo un segundo plato. El equipo de Marcelo Bielsa no reacciona, es vulnerable y domina insustancialmente. El argentino ha llegado demasiado lejos con su apuesta fallida de mezclar en la media cancha a Muniain y De Marcos. Ha insistido erre que erre y el Athletic se ha llevado varios tortazos. El último, ante un equipo medio, el Sparta, que a pesar de eliminar al Feyenoord, no tiene el potencial rojiblanco.

La reaparición de Ander Herrera, que causó una buena impresión, remarcó aún más las carencias del Athletic en media cancha. Bielsa se ha empeñado en mezclar a De Marcos y Muniain por delante de Iturraspe y no se complementan. Lo peor de El Loco es que a veces se muestra tozudo.

Resultó pintoresco que el técnico reconociese que el problema de desequilibrio llegó porque De Marcos terminó en sus rupturas muy arriba y no le daba tiempo a replegar para echar un capote a Iturraspe. Muniain no sirve demasiado defensivamente, salvo para presionar con un fuerte sprint al rival. Error conocido, pero no subsanado. Ha renunciado a Galarreta e incluso a la opción de poner a Gurpegui de pivote con Iturraspe de volante mixto. Urge equilibrar el medio campo. Y asombra que Ekiza, inspirado ante Valladolid y Málaga, no tenga partidos atrás salvo ausencia de Amorebieta.

Tras el desastre de Anoeta, se esperaba una reacción de Bielsa con algún cambio notable. Lo único que se le ocurrió fue meter a Ibai por Isma López. Ambos aportan bien poco y forman una banda mediocre con Castillo. Y al faltar Javi Martínez, Llorente y San José se ha perdido la demoledora opción del balón parado. Se vio en Praga, donde se desperdiciaron una decena de córners.

Estuvo muy implicado Bielsa en la banda, dando órdenes y recriminando acciones siempre de pie, a pesar de sus notables gestos de dolor por su espalda. Trata de ayudar, pero quizás lo que más necesite el equipo es un toque de pizarra. Eso sí, ejerce de psicólogo y ya en el propio Praga dijo convencido al vestuario que se va a salir de este apuro.

Y ahora llega a San Mamés Osasuna, quien con José Luis Mendilibar al frente planteará una presión adelantada que obligará a los rojiblancos a andar finos sacando la pelota y a saltarse líneas con movimientos de ruptura. Un derbi con muchas lecturas que debe sacar adelante el Athletic.