Liga BBVA | Real Madrid
Sergio Ramos mantiene su pulso con Mourinho
Al finalizar el partido contra Deportivo, el sevillano insistió: "Yo muero con mis ideas, ¿por qué tengo que callarme?"
Al término de la feliz goleada contra el Deportivo, Sergio Ramos declaró en zona mixta: "Muero con mis ideas y mis principios, y si hay algo que no me gusta, ¿por qué voy a tener que callarme? No tengo tanta experiencia como Luis Aragonés, pero como dice él, yo también tengo el culo pelao. Nadie puede dudar de mi trabajo y fidelidad al club".
El mensaje iba inequívocamente dirigido a Mourinho, quien en la previa se había referido al futbolista: "Cuando Ramos está a tope me aporta todo lo que puede aportar un defensa, seguridad, calidad en la salida del balón, fuerza a balón parado, liderazgo. Es uno de los mejores cuando está a tope".
Horas después, Sergio Ramos regresaba al lateral derecho, puesto que no ocupaba desde el pasado 5 de abril, contra el APOEL, en cuartos de final de la Champions. Las molestias de Arbeloa (aunque estuvo en el banquillo) y los problemas físicos de Essien devolvían a Ramos a un puesto donde hace años que no se siente a gusto. La razón es sencilla: cuando juega de lateral se le exige que suba y se le critica por no bajar. Y cien metros de banda dan para muchas críticas.
Pero esa última reubicación no debería incluirse en los pleitos entre futbolista y entrenador. De hecho, ha sido Mourinho quien ha recuperado a Sergio Ramos como central, puesto que ya ocupaba cuando fichó por el Madrid en 2005. La pasada temporada, a raíz de una lesión de Carvalho, el técnico alineó a Ramos en el centro de la defensa. Era la jornada séptima de Liga. A partir de entonces, el rendimiento del sevillano se disparó: fue de los mejores del equipo (tres ases) contra el Villarreal, en Mestalla, contra el Granada, en Getafe, ante el Sevilla y en San Mamés. Del Bosque asumió su nuevo rol y Ramos, lateral en la Euro 2008 y en el Mundial 2010, jugó de central en la pasada Eurocopa y fue elegido dentro del equipo ideal del torneo.
Sin embargo, la temporada del regreso a los orígenes propició también los primeros roces con Mourinho. Después de perder en casa del Levante en la cuarta jornada, Ramos desapareció del equipo titular al siguiente partido. El pecado del defensa fue contradecir la versión del entrenador, que cargó contra el arbitraje. "No hay que hablar del árbitro y no valen excusas", opinó Ramos.
Choque. En enero, Marca descubrió el enfrentamiento entre Mourinho y varios jugadores españoles de la plantilla. El Madrid venía de perder contra el Barcelona en el Bernabéu (1-2), en cuartos de la Copa. Al día siguiente, en Valdebebas, Mourinho reprochó a los jugadores sus declaraciones en zona mixta: "Claro, como vosotros habéis sido campeones del mundo y os protegen vuestros amigos de la prensa... como al portero". Además recriminó a Ramos: "¿Dónde estabas en el primer gol, Sergio?". "Marcando a Piqué", le respondió el jugador. "Pues tenías que marcar a Puyol". "Sí, pero estaban haciendo pantallas contra Piqué y cambiamos los marcajes". "¿Qué pasa, que ahora juegas a entrenador?", le preguntó Mourinho. El jugador sevillano no se contuvo: "Como usted nunca se ha vestido de corto no sabe que se dan estas situaciones".
El siguiente episodio, más reciente, llegó tras la derrota en Sevilla. Mourinho declaró a la conclusión que no tenía equipo y lamentó no poder haber hecho siete cambios. Ramos volvió a tener ideas propias: "Yo siempre digo que aquí somos todos culpables, del primero al último. Cuando ganamos lo hacemos todos y cuando perdemos, lo mismo".
Al hilo del comentario del técnico, AS.com preguntó a los internautas qué cuatro jugadores se salvaron de la quema en el Pizjuán y su veredicto fue el siguiente: Casillas, Ramos, Pepe y Xabi Alonso. Sin embargo, Mourinho prescindió de Ramos en el debut europeo contra el Manchester City "por razones técnicas". Özil fue el otro sacrificado.
Sergio volvió a la titularidad contra el Rayo, pero no lo hizo en una versión más dócil. Finalizado el partido y cuestionado por la suplencia ante el City, señaló: "Las cosas de familia las resuelvo de puertas hacia dentro. Lo que corre por mis venas es el Real Madrid y lo que pasa queda para mí".
Y así continúan las cosas, a tenor de las últimas declaraciones de Ramos. Según parece, Mourinho ha tropezado con un carácter tan orgulloso como el suyo. Curioso partido: el mejor entrenador del mundo frente el mejor central.