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Liga BBVA | Espanyol 0 - Atlético de Madrid 1

El Atleti sigue firme sin Falcao

Gran primera parte de los rojiblancos. Raúl García marcó. El Espanyol reaccionó sin premio tras el descanso y sigue hundido. Enorme Mario Suárez.

<b>OCASIÓN. </b>Courtois realiza una estirada ante un disparo de  Cristian Gómez que se marchó fuera por muy poco cuando el Atlético ya ganaba 0-1.
OCASIÓN. Courtois realiza una estirada ante un disparo de Cristian Gómez que se marchó fuera por muy poco cuando el Atlético ya ganaba 0-1.

Tres puntos más a la hucha para un Atleti que sigue mostrando una firmeza desconcertante para los suyos. Otra vez, tras dominar con suficiencia hasta ponerse en ventaja, el equipo de Simeone dio un paso atrás en el tramo final y su hinchada acabó sufriendo, esperando a que el cielo se desplomase sobre sus cabezas. Pero no sucedió, porque todo ha cambiado: ese sufrimiento llega más por recordar lo que solía suceder antes que por lo que está pasando ahora. Este Atleti gana con y sin Falcao, cuando brilla y cuando aguanta, cuando ataca y cuando espera. Puesto a ganar, lo hace hasta en Cornellà, terreno maldito. Y así, mientras dura la racha, disfruta en la cima. Segundo a rebufo del Barça. Perderá, claro, pero que nadie espere que se desintegre como antaño.

Se vio de salida que el Espanyol iba a tener complicado empezar a salir de ese hoyo tan profundo en el que se ha metido. Cuando le ves no piensas en un candidato al descenso, pero la clasificación parece empeñada en colgarle ese sambenito. No le sale nada. Anoche, con Falcao reposando en Madrid, quizás soñó con un Atleti versión B, más reservón, de ambición comedida. Pero no. Desde el inicio, con un Mario Suárez sensacional al frente, los visitantes asumieron el mando sin titubeos. Simeone ha aportado muchas cosas, pero ninguna tan importante como la ambición tanto tiempo olvidada.

Sin la pegada del Tigre, el Atleti apostó por la elaboración. Robaba y tocaba con paciencia, con más posesión que de costumbre. Filipe y Juanfran se incorporaban con frecuencia; Arda y Koke, aunque discontinuos, amenazaban con el pase definitivo, y Diego Costa seguía hiperactivo. El Espanyol, con Verdú abandonado a su suerte, no daba señales de vida por más que Longo deje una pincelada cada vez que el balón le ronda.

El gol cayó por su propio peso y porque Raúl García, jugando cerca del área y no de mediocentro, es un futbolista importante. Gran centro de Juanfran desde la derecha y el navarro llega al corazón del área para cabecear en plancha. Buen gol de un jugador que va a ser titular a menudo fuera del Calderón.

Al descanso, Cornellà era un entierro, pero Pochettino (sanción sui generis la suya, todo el rato hablando por teléfono con el banquillo) ordenó cambios y metió un segundo delantero (Stuani). Un movimiento al frente que coincidió con el clásico pasito atrás del Atleti. Simeone considera que, una vez en ventaja, lo más eficiente es recogerse y esperar la contra definitiva. Hasta ahora le ha funcionado, pero la estrategia acarrea apuros aparentemente innecesarios. Como ayer.

Cierto es que los visitantes tuvieron las ocasiones más claras (tres del efervescente Cebolla y dos del impreciso Adrián), pero el Espanyol, al fin jugando con once tras quitar a Simao, merodeó el gol aunque sólo fuera por acumulación de acercamientos. Courtois, bajo sospecha en las últimas semanas, resolvió con su antinatural madurez casi todo el trabajo y, cuando él no llegó, Stuani y Tejera cabecearon fuera. Aunque no se llevó grandes sustos, dio la sensación de que el Atleti podía haberse ahorrado el agobio. Pero ganó, de nuevo, y eso es lo que cuenta. Ya nadie duda que este Atleti es otro. Uno mucho mejor. Uno a la altura de su historia.