La prueba del algodón

El Atlético ya ha demostrado que con Falcao es un equipo temible. Hoy le toca pasar la prueba del algodón en Cornellà: seguir en la cima sin el colombiano, que se quedó en Madrid por precaución para no convertir una sobrecarga en algo más grave. Si logra una nueva victoria, pocos se atreverán ya a considerar la felicidad rojiblanca como una mera aventura de un verano ya acabado.

El escenario del examen no es agradable para el Atleti, ya que nunca ha ganado en Cornellà y el año pasado sufrió allí el principio del fin de la era Manzano (los optimistas dirán que el origen de la etapa Simeone), con el Espanyol bailándole rumbo a un 4-2 que resultó corto.

Mal momento. No está el Espanyol como entonces, eso es cierto, con sólo un punto y Pochettino en serios problemas para evitar esa veloz transformación de héroe a villano tan de nuestro fútbol, de soñar con los grandes a temer el despido. El caso es que su equipo sigue resultando agradable de ver, merecedor de más de lo logrado. En ataque tiene recursos, con el talento de Verdú y los prometedores detalles de Longo, aunque aún se esperan noticias de Simao. Sin embargo, la defensa tiene mandíbula de cristal y cualquier amago del rival se convierte en un directo rumbo a la lona. De ahí nace el drama.

La baja de Falcao le da un respiro, pero no debería fiarse de Diego Costa, cada día más asentado, sumando siempre. Por detrás del brasileño, Simeone volverá a apostar por robustecer el mediocampo fuera de casa. Dejará a Adrián y Cebolla en el banquillo para repetir con Raúl García, que atraviesa sus mejores momentos como atlético. Él suma fuerza y llegada a una línea de mediapuntas donde Koke (un peligro a balón parado) ha dado un paso al frente y Arda es el rey.

Tras no poder jugar ante el Betis, Courtois regresa a la portería en un campo donde vivió una pesadilla meses atrás. Las cosas han cambiado mucho para Espanyol y Atleti desde entonces y hoy uno de los dos confirmará que su nueva situación no es pasajera.