"Le pediré la camiseta a Dani Alves, le admiro"

Apenas lleva unos meses en el Sevilla y ya es una de las referencias del equipo...

Yo no diría tanto, pero sí que estoy muy a gusto en el club. Estoy jugando bien y el equipo lo está haciendo genial.

Y todo porque Iván Piris se fue al Roma...

Desconozco las razones que le hicieron cambiar de opinión a última hora, pero desde aquí le doy las gracias por abrirme las puertas del Sevilla.

El Sevilla vuelve a tener sabor brasileño. Casi siempre le ha ido bien...

Espero contribuir a que continúe esa racha, estoy muy ilusionado.

¿Conoce personalmente a algunos de los brasileños que han pasado por el Sevilla últimamente?

No, a ninguno. Pero sé que aquí lo hicieron muy bien: Baptista, Renato, Adriano, Alves, etc...

Ha pronunciado el nombre clave: Daniel Alves. ¿Cómo lleva que le comparen con él?

No me gusta demasiado, porque me crea una presión extraordinaria y yo soy Cicinho, no Alves. Él es un jugador fabuloso, de la selección brasileña, nada que ver conmigo.

No me negará que la comparación es inevitable...

Lo entiendo en cuanto a estilo de juego, tenemos los dos mucha vocación ofensiva, pero es un error esperar que yo haga lo mismo que él hizo aquí o hace ahora en el Barça. Todo esto creo que no me ayuda, aunque por otro lado me halaga bastante y me invita a trabajar más para no defraudar a nadie.

El sábado lo tendrá enfrente, ¿le dirá algo?

Le pediré la camiseta, no sé si me la dará (risas). Si lo hace, la guardaré con mucho cariño, siempre lo he admirado.

Pero no es el único peligro del Barcelona...

Por supuesto que no, va a ser un encuentro tremendamente complicado. El partido de nuestras vidas vamos a tener que hacer para poder tapar su juego.

¿Es más difícil parar a Messi que a Cristiano?

Uf... Son muy peligrosos los dos, pero de manera distinta. A Cristiano hay que encimarle y no dejarle espacio de cara, tenía la experiencia de haber marcado a Neymar. Messi se mueve por todo el campo.

A Navas tampoco hay quien lo pare, y menos con usted en la misma banda...

Con Jesús pasa una cosa curiosa. No hace falta que hablemos, tan sólo con mirarnos ya sabemos lo que vamos a hacer en la jugada.

El lenguaje del fútbol.

Debe ser eso. Él ya sabe, aunque esté de espaldas, que le voy a doblar. Navas es consciente de que cuando se la paso no me voy a quedar quieto sin subir.

Porque Míchel le da libertad para subir, ¿verdad?

Claro, él sabe cómo puedo ayudar más al equipo, asociándome con Navas.

Seguirle el ritmo es difícil.

No para en todo el partido y yo los acabo muerto, pero eso me reconforta, pues significa que lo he dado todo.