La suerte de Eurovegas da la espalda al Barça

Que Eurovegas se vaya a Alcorcón ha supuesto un revés indirecto para el Barcelona. Resulta que el club azulgrana es propietario de dos parcelas en la zona del Baix Llobregat que, de haber elegido Sheldon Adelson a Cataluña para realizar su inversión, hubieran quedado afectadas por el macroproyecto. O, al menos, una de ellas.

En la década de 1970, Agustí Montal -presidente del Barça en aquellos tiempos- compró unos terrenos para construir la primera ciudad deportiva del club. Aquello no cristalizó y esa parcela (de unas 40 hectáreas) está declarada como suelo rústico (y por lo tanto, no edificable), al estar protegida por una normativa europea inviolable, ya que allí anida un ave endémica del delta del Llobregat. Se entiende que si Adelson hubiera apostado por la zona, se habría hecho anidar al pájaro en otro lugar y el Barcelona hubiera cobrado un dinero por esos terrenos.

La otra parcela la compró Laporta en una operación que, a día de hoy, está en los juzgados. Su directiva adquirió 28 hectáreas por 18,5 millones de euros cuando, según los péritos, están valorados en 5. Los terrenos no habrían entrado en el proyecto Eurovegas, pero, dada su proximidad, al menos se hubieran revalorizado. Cuando Adelson visitó la zona, Carles Vilarrubí, como parte interesada, fue uno de los miembros de la comitiva que acompañó al magnate.

Eurovegas se fue a Alcorcón y el Barça sigue teniendo 60 hectáreas de terrenos que no le sirven de nada. Quizás deba reconsiderar aquello de plantar alcachofas...