RAYO VALLECANO-REAL MADRID | otro incidente desagradable al final
Un taquillero fue agredido y precisó atención médica
El club devolverá el dinero de la entrada a quien lo solicite
Las discrepancias entre una parte de la afición vallecana y la directiva del Rayo, porque ésta había establecido el partido ante el Madrid como Día del Club, fueron el preludio de lo que sucedería ayer con la suspensión del encuentro por un acto de sabotaje en la instalación eléctrica. Las consecuencias se prolongaron una vez que se anunció que el encuentro se había aplazado, cuando aproximadamente doscientos aficionados se congregaron en las taquillas del estadio vallecano para solicitar la devolución del importe de las entradas. El club anunció posteriormente, que devolverá el dinero de las mismas a quien lo solicite.
Antes de ese anuncio, un exaltado incluso rompió el cristal de seguridad que separa la zona en la que se encuentran los taquilleros de la habilitada para el público y agredió a uno de ellos, al que propinó un puñetazo en el ojo. Como consecuencia del golpe, el trabajador del Rayo sufrió un derrame y requirió asistencia médica, por lo que hubo que trasladarle de urgencia a un centro sanitario. El responsable de la agresión fue identificado y detenido por la Policía posteriormente.
La intención de los saboteadores de la instalación eléctrica era desconocida por completo, aunque después del incidente se supo que había preparadas varias de protestas por la gestión del presidente, Raúl Martín Presa, al frente del club vallecano, aunque ninguna de ellas se pudo llevar a efecto por distintas razones.
En la primera estaba programado que un grupo de seguidores rayistas exhibiese pancartas de protesta coincidiendo con la llegada de los comensales a la comida oficial entre las directivas de ambos clubes. En la práctica, sin embargo, no pudieron hacerlo debido a la presencia de una dotación policial en las inmediaciones del restaurantes en el que se celebró el ágape. Otra de las acciones de protesta proyectada era tirar fotocopias de billetes de euro al paso del presidente rayista hacia la puerta que da acceso al palco de Vallecas. Ésta tampoco se realizó, puesto que Raúl Martín Presa entró a las instalaciones por un acceso diferente.
La pública sí se sabía: cánticos y pancartas durante el partido contra la gestión del presidente cada diez minutos.