El Racing mató a la contra, el Mirandés mereció más

Ojo al Racing. Un peligro anda suelto en Segunda. Un equipo que es capaz de ganar, y volver a ganar, sin generar fútbol, sin tener el balón, sin dominio territorial ni ocasiones de gol, es un rival muy difícil de desarmar. Tal vez en Santander se aburran, es cierto, pero como sigan ganando...

Ayer los de Fabri aprovecharon al máximo sus escasas ocasiones de gol para llevarse los tres puntos del Municipal de Anduva. La calidad del jugador israelí Gai Assulin salió a relucir en el tramo final y Koné aprovechó el regalo de su compañero, anotando el único gol de la contienda.

Ambos equipos querían prolongar su buena racha de resultados. Los rojillos, fieles a su estilo, llevaron la iniciativa del encuentro desde el pitido inicial, aunque se toparon una y otra vez con una ordenada y pobladísima defensa cántabra. En realidad, defensas son todos. Se puede decir que si la Holanda de los 70 puso en práctica el fútbol total, el Racing de Fabri puede patentar la defensa total. Los santanderinos no dieron muestras de peligro en todo el primer tiempo, buscando (se supone) el arma del contragolpe para sorprender a los zagueros mirandesistas. Goiría estuvo a punto de aprovechar un mal despeje de Rochela dentro del área. Sin embargo, el central visitante se rehizo con celeridad, evitando el disparo del ariete vizcaíno.

El Racing ni siquiera merodeaba el área rival y los hombres de Carlos Pouso pudieron anotar la primera diana en una buena combinación entre Alain y Goiría, pero Rochela de nuevo evitó el tanto, despejando el esférico a ras de césped.

Más de lo mismo.

Tras el descanso, el Mirandés buscó con más insistencia el gol del triunfo. Los cambios dieron mayor frescura al ataque rojillo con la entrada de Pablo, Rayco y Díaz de Cerio. Antes de su sustitución, Goiría desaprovechó otra magnífica ocasión, cuando cabeceó desviado, libre de marca, un córner botado por Muneta. También los relevos que metió en cancha el Racing se hicieron notar, hasta el punto de protagonizar la jugada clave del partido. Casi sin merecerlo, Koné sentenció, tras una genialidad de Assulin que desbordó a su par por banda izquierda (0-1). Los rojillos no tuvieron capacidad de reacción y los cántabros suman su segunda victoria consecutiva en la Liga Adelante.