David firma un triunfo de locura en El Molinón

Manolo Sánchez salvó los muebles en un partido épico, en el que en el cómputo general el Alcorcón fue mejor, actuó con más tranquilidad y le cogió mejor el pulso al partido, pero decidieron dos acciones concretas, con acierto rojiblanco, mientras que los jugadores amarillos fueron más inocentes ante la portería rival.

El técnico local sorprendió con el cambio de portero, mientras que Bordalás buscó la motivación de su pasado en el gijonés Miguélez, quien acompañó a Oriol Riera en el eje de la vanguardia. Tras unos minutos de tanteo y respeto mutuo entre los dos equipos, el Alcorcón dio un zarpazo que puso en evidencia a la defensa rojiblanca. Entre Miguélez y Juli abrieron un hueco que acabó con un desvío de Sales. Tras tocar en Iván Hernández, se inauguró el marcador, lo que acarreó una bronca impresionante de la mareona.

Hasta el descanso, el desbarajuste de los rojiblancos fue total, con una grada encendida, lo que supo aprovechar el Alcorcón para rematar el partido.En el segundo tiempo, el conjunto gijonés salió más metido en el partido. Tenía prisa. Y pronto llegó el empate. El ex alcorconero Iván Hernández aprovechó un balón muerto, tras un desvío de Ricardo. El tanto espoleó a los locales y dejó aturdidos a los visitantes. De todas formas, bastaron un par de arrancadas de los amarillos para volver a poner en situación de nerviosismo a los locales.

Acción sorprendente. Cuando el partido parecía más nivelado, un saque en largo de Cuéllar sorprendió al equipo de Bordalás. David estuvo más rápido, observó a Manu adelantado y logró el tanto del triunfo con una perfecta 'vaselina'. Poco después fue expulsado Gregory, al ver la segunda tarjeta. Incluso pudo verla antes, cuando fue amonestado, por una desconsideración con un cabezazo a un rival.

Los últimos minutos fueron un frontón. El Sporting se encerró en su cueva y el Alcorcón insistió en lanzar balones desde lejos, ya que Enrich y Kike López en el campo. Los visitantes no estuvieron finos, mientras que la defensa local se defendía como podía, con demasiadas imprecisiones hasta que el árbitro pitó el final que permitía a los de Manolo Sánchez ganar su primer partido, pero con un final loco que no oculta los defectos.

Al Alcorcón le faltó más sentido a la hora de atacar. Lo hizo con prisas cuando quedó en superioridad numérica, pero se contagió de las imprecisiones locales y contribuyeron a que el partido fuera una locura de fútbol, que envolvió incluso al árbitro leonés, que tuvo algunos tintes caseros.

Bordalás: "No nos han pitado un penalti"

"Me voy con un mal sabor de boca hicimos un gran primer tiempo y creo que fuimos superiores en el cómputo global. Conocíamos al rival, con pocos puntos sabíamos de qué era capaz, supimos jugar bien en el primer tiempo y creo que eso nos traicionó. Tras el empate entramos al encuentro y ellos nos hacían muy poco daño. Para mi hay un penalti bastante claro que podría haber cambiado el partido".

Manolo: "Estoy contento, pero quiero más"

"Estoy contento por la victoria y tenemos que valorar el resultado por encima de todo. En cuanto al juego creo que aún hay mucho margen de maniobra. Este equipo sabe jugar mejor al fútbol y no como para estar a merced del Alcorcón. Cada domingo nos jugamos algo y siempre estamos sujetos al análisis de mucha gente. Hemos sido un equipo muy plano, tenemos que mejorar".