Demanda contra Godall por llamar psicópata a Mourinho

El Real Madrid publicó ayer en su página web un comunicado oficial en el que revela que ha encargado a sus servicios jurídicos que "emprendan las acciones legales oportunas" contra Alfons Godall, exvicepresidente del Barcelona, por sus "descalificaciones" contra José Mourinho a la conclusión del partido con el Manchester City. Al término del encuentro, Godall escribió en su cuenta de Twitter: "Lamentable el psicópata celebrando los goles como si fuera un jugador. Será para compensar la frustración de haber sido un petardo cuando jugaba". En otro tuit, y otra vez sin citar ningún nombre propio, añadía: "En los últimos cinco minutos, y a duras penas, el equipo del psicópata ha salvado los tres puntos. Lástima! Las han pasado putas, pero...".

Según apunta el club madridista en el citado comunicado, "el Real Madrid no va a permitir ataques de esta naturaleza y actuará siempre frente a aquellos que atenten contra el honor de quienes forman parte de nuestro club".

Nada más conocer las intenciones del Real Madrid, Godall dio réplica en Twitter: "Dicen que el Madrid emprenderá acciones legales contra mí por descalificar a Mou. ¡Será cosa de denunciarle por agredir a nuestro entrenador!". Después señaló: "Si recibo alguna acción legal será contestada oportunamente por mis abogados".

Otro frente. La inminente demanda contra Godall (sólo falta que la precisen los servicios jurídicos) se suma a la presentada por José Mourinho, en este caso a título personal, contra el redactor jefe de Marca Roberto Palomar.

En un artículo titulado "El entrenador nunca tiene la culpa" y publicado el pasado 17 de septiembre, Palomar comentó las declaraciones de Mourinho tras la derrota en Sevilla: "Hemos ganado, han perdido. De manual. El típico personaje que se daría a la fuga tras causar un atropello (...)".

Según el bufete jurídico del entrenador portugués (Matamoros, Despacho de Abogados), "esta expresión es objetivamente vejatoria y fue utilizada de forma completamente innecesaria para el ejercicio de la crítica". Por tal motivo, y por ver vulnerado su derecho al honor, Mourinho exige una rectificación y una cuantía de 15.000 euros que donaría al Canillas, club del barrio madrileño de Hortaleza en el que juega su hijo.

Esa misma cantidad solicitaron los abogados del entrenador del Real Madrid el pasado año en una demanda contra el periodista de El País Carlos Boyero. El crítico de cine y madridista declarado se refirió así al técnico en una charla digital: "Mourinho es un individuo muy peligroso y conoce la metodología para sacar lo peor de la gente. Efectivamente, el fútbol puede ser un deporte practicado mayoritariamente por hombres; no por bestias. Es lo que pretende el nazi portugués".

La relación de Mourinho con los periodistas, tensa desde que fichó por el Real Madrid, parecía haberse reconducido en los últimos meses, con un cambio de actitud del propio técnico, algo más conciliador en sus intervenciones públicas. Sin embargo, al finalizar el celebrado encuentro contra el Manchester City, el entrenador comenzó así su conferencia de prensa. "Las crónicas estaban hechas ya. Ya lo sé. Tengo un hacker que me dijo lo que ibais a poner: 'Mourinho está loco, cómo juega con Essien, Khedira y Xabi Alonso, por qué juega Higuaín si no hace goles en la Champions, por qué este partido no lo jugó Coentrao...'. Pero, mala suerte, ganamos".

Abuso. Ante quienes creen que el Real Madrid desvía el foco de sus méritos deportivos con estas acciones legales, el club blanco argumenta que la inacción conduce a un abuso generalizado y a la impunidad. La sensación de los dirigentes es que no es posible vivir con normalidad porque no lo permiten aquellos que, según dicen, tienen por costumbre atacar al club.

La estrategia también podría estar relacionada con las reclamaciones de Mourinho y, últimamente, de Cristiano Ronaldo, en el sentido de que no se sienten totalmente respaldados por el club. Reaccionar judicialmente se podría entender como un modo de cerrar filas. Hay precedentes: el Real Madrid ya denunció ante la UEFA a seis jugadores del Barcelona por conducta antideportiva después de la semifinal de la Champions 2010-11.