Homenaje a la memoria de Sandor Kocsis en Budapest
Numerosas personalidades acudieron al homenaje al mítico futbolista húngaro. Sandro Rosell, presidente del Barcelona, acudió en representación del club que vio a Kocsis jugar en España.
Sandor Kocsis (1929, Budapest - 1979, Barcelona) por fin descansa en Budapest, su ciudad. El futbolista, miembro de la mítica selección de Hungría que asombró al mundo durante la década de los 50, falleció hace 33 años en Barcelona. Hasta el año pasado no fue exhumado su cadáver del cementerio de Montjuic en la ciudad condal y hasta hoy no ha podido regresar a Hungría, en concreto a la basílica de San Esteban de la capital húngara. Al homenaje acudieron miembros del Gobierno, familiares y una representación del Barcelona, su club en España, encabezada por el presidente Sandro Rosell.
Kocsis, conocido como Cabeza de Oro por su extraordinaria facilidad para anotar con la testa, llegó al Barça en 1956, con 29 años y tras abandonar Hungría después de la invasión soviética. Jugó en el Barcelona hasta los 37 años, destacó por su facilidad para marcar, por su deportividad y su caballerosidad. Hoy, sigue siendo un jugador querido y venerado por la afición azulgrana, por goles como el de Hamburgo en las semifinales de la Copa de Europa o finales de la máxima competición europea como la de 1961, que el Benfica terminó por conquistar en Berna.
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Previo a su llegada al Barça, Kocsis deleitó en el Ferencvaros y el Honved, el equipo del ejército del que huyó tras aquel partido de la Copa de Europa frente al Athletic de Bilbao en Viena en 1956. Además, el delantero formó parte de la selección húngara que fue subcampeona del mundo en 1954 en Suiza tras perder frente a Alemania (2-3), donde Kocsis se apuntó el trofeo de máximo goleador tras anotar 11 tantos. Su registro con Los Magiares Mágicos, como se conocía a aquella selección en la que jugaron Puskas, Czibor, Hidegkuti, entre otros, se detuvo en 75 tantos en 68 partidos. Todos los miembros de aquel equipo reposaban ya en Hungría; sólo faltaba Kocsis.
El 22 de julio de 1979, Kocsis murió tras una larga enfermedad. Cuentan que el húngaro se precipitó desde el séptimo piso de un hospital. Hoy, 33 años después, la Cabeza de Oro por fin descansa en Budapest.



