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Liga de Campeones | Grupo G | Barcelona 3 - Spartak moscú 2

Sin defensa, con Messi

Leo culmina una remontada propiciada por Tello

<b>DECISIVO. </b>Messi celebra con Fàbregas el tanto que le daba el triunfo al Barcelona anoche frente al Spartak
DECISIVO. Messi celebra con Fàbregas el tanto que le daba el triunfo al Barcelona anoche frente al Spartakzueras, mira y molina

Dice uno de los tópicos más certeros del fútbol que los partidos se ganan atacando, pero que los campeonatos se ganan defendiendo. Este dicho explicaría el triunfo del Barça ayer en su debut en la Champions al mismo tiempo que por la misma regla de tres encendería todas las luces de alarma de cara a objetivos de mayor lustre. Los de Vilanova sufrieron como perros (puede que galgos, puede que podencos, vaya usted a saber) para sumar sus primeros tres puntos en la Champions ante el Spartak. Y lo hicieron porque su ataque pudo sobreponerse a una defensa de emergencia. Y por Messi, claro está.

Escribir sobre Messi es ya repetitivo, pero es que lo suyo no es normal. Este tipo debería jugar con una cruz roja en la camiseta para hacer honor a los partidos que salva. En lo que va de temporada, ha marcado ya 10 de los 19 goles de su equipo... ¡únicamente en 7 partidos!. En cuatro encuentros ha sumado dos tantos (R. Sociedad, Osasuna, Getafe y Spartak) y ayer, ni siquiera estuvo especialmente inspirado y marcó dos. Decisivos, por cierto. De falso nueve puro.

Pero empecemos por lo de la defensa. Al Barça se le caen los centrales como las hojas de los árboles en otoño. Con Alba purgando una gripe que tiene preocupada a la OMS y Puyol visitando de nuevo boxes para ser recauchutado por enésima vez, Piqué duró doce minutos sobre el campo. Esta lesión dejó al Barça en manos de una defensa compuesta por un lateral ofensivo que no pasa por su mejor momento (Alves) y tres centrocampistas en comisión de servicio (Adriano, Song y Mascherano).

En la segunda parte la cosa se complicó y Vilanova se la jugó con una defensa de tres en la que nadie era defensa. Más que nunca se imponía defenderse con la pelota. Sobre el papel es un plan perfecto. Pero cuando hay seis rusos, un sueco, dos brasileños, un checo y un nigeriano metidos en el área, la cosa se complica. Hace falta un Messi para meterla. Y el Barça lo tiene. Que Alba no le contagie

Al Barça se le pusieron pronto las cosas de cara con el gol de Tello, pero enseguida quedó claro que los del Spartak iban a ser un hueso duro de roer. Los de Emery nunca se descompusieron. Es más, de la mano de Ari y Emenike, tremendo ternasco el nigeriano, buscaron la espalda de los jugadores del Barça y lograron empatar gracias a una patosada más de Alves.

Crisis y éxtasis.

Con el 1-1 gentileza de los blaugrana, el Spartak sólo tenía que replegarse y buscar una contra que llegó en un veloz contragolpe que Romulo culminó con calidad. Momento de nervios. Pero entonces, Tello dio un paso al frente, o mejor al lado, abriendo el campo para que Leo siga escribiendo su leyenda.