El Barça abre el frente ruso

Aseguradas y consolidadas las posiciones del Barça de Tito en el frente nacional, los dispositivos blaugrana se disponen esta noche a atacar el frente europeo. Y lo harán empezando por un plato de tradicional mala digestión para los barcelonistas, a los que nunca se les dio especialmente bien sus encuentros ante rivales del este. El Barça abre la Champions en el frente ruso después de haberse ido de la última edición de la Copa de Europa por la puerta de atrás en la antesala de la gran final. Algo que dejó a Messi con la mosca detrás de la oreja, y el argentino es de esos que antes o después se cobra las venganzas.

Messi acabó la última Champions fallando un penalti y disparando al poste. Semanas después reconoció que ese fue el momento de la temporada que le había "dado más bronca de todos". Incluso por encima de la derrota ante el Real Madrid en el Camp Nou. Añadió que tenía muchas ganas de que volviera la Champions League para sacarse la espina de lo sucedido. Hoy puede empezar a quitarse la espina.

El Barça es consciente de que esta vez el sorteo ha sido magnánimo con sus intereses y que a poco que hagan las cosas bien, la clasificación para los octavos de final no debe de suponer un disloque en los planes de Vilanova, pero que para que la teoría se convierta en práctica, hay que hacerlo bien desde el inicio.

Factor Emery.

Uno de los aspectos que puede complicarle la vida al Barça en su debut europeo de este curso es la presencia de Unai Emery en el banquillo del Spartak. Cierto es que al vasco no le han ido nada bien las cosas en la competición doméstica en el inicio de su periplo oriental, pero no lo es menos que siempre ha dado la cara en el Camp Nou con sus equipos. A eso se aferran los rusos ante un Messi voraz.