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"La discriminación por ser mujer la sentí desde pequeña"
"Cuando empecé a jugar había una norma que impedía jugar a las niñas con los niños. Así que yo entrenaba con mis compañeros, iba a los partidos, pero me tenía que quedar en el banquillo", dijo.
Verónica Boquete, la futbolista española más reconocida internacionalmente y que actualmente milita en el Tyresö FF sueco, ha declarado que sintió "la discriminación por ser mujer desde pequeña" y definió España como "un país machista".
"Yo la discriminación por ser mujer la sentí desde pequeña. Cuando empecé a jugar al fútbol había una norma que impedía jugar a las niñas con los niños. Así que yo entrenaba regularmente con mis compañeros, iba a los partidos, pero me tenía que quedar en el banquillo. Era muy pequeña y no lo entendía, pero era frustrante y me marcó", dijo la delantera en una entrevista con FIFA.com
"Estamos en un país machista y eso nos condiciona. Desde pequeños está establecido que los chicos hacen esto y las chicas esto otro. Hay que modificar la educación para que un día podamos dejar de hablar de la lucha por la igualdad, porque la igualdad exista realmente",manifestó.
Boquete cree que está situación se debe a "un problema de educación" y confesó que no cambiaría "las trabas y problemas" que se encontró "durante el camino".
"En España seguimos conviviendo con el machismo. Los peores comentarios yo se los oía a las madres de los jugadores rivales. Por eso creo que es un problema de educación.Ahora bien yo no cambiaría mi camino y las trabas que me encontré porque me han hecho la jugadora y la persona que hoy soy", dijo.
Para la futbolista la lucha contra todo tipo de discriminación es un proyecto a muy largo plazo que arranca en las bases y afirmó que "donde hay que trabajar es en el colegio y en la familia".
"Yo tuve la suerte de que en mi casa podía estar en el sofá y mi hermano pasando la aspiradora, y no pasaba nada. Las cosas van cambiando, pasito a pasito, en este deporte. Yo tengo mi propio campus en Galicia, me llaman para dar charlas...Es un lujo que los padres y las niñas te pregunten y te pidan un autógrafo. ¡Disfruto yo más que la gente que me lo pide!", concluyó.