Liga BBVA | Atlético de Madrid 4 - Rayo 3
Muy del Atleti: show con susto
Los del Cholo ganaban 4-0 en el 82' y acabaron 4-3. Goles de Mario, Koke, Arda, Falcao, Delibasic (2) y Leo. Gran Diego Costa. Los locales siguen arriba.
Y de golpe el Atleti se lo creyó. Se vio 4-0 sin necesidad de alardes, con el Rayo aturdido y el Calderón celebrando situarse como el primer equipo de Madrid, con la sensación largo tiempo olvidada de ser un equipo sólido, solvente y a tener en cuenta. Así que el Atleti se creyó lo bueno que era. Perdón, se creyó mejor de lo que era. Y, claro, como siempre le pasa cuando se enamora de sí mismo y se relaja, le pusieron la cara colorada en un suspiro. Tres goles vallecanos en el tramo final y la grada aterrorizada cuando el último centro de Leo sobrevoló el área de Courtois. Al final, todo quedó en un susto para los de Simeone. Un susto y un aviso: su míster Hyde acecha en cuanto el doctor Jekyll baja la guardia. Y su míster Hyde es espeluznante.
Hasta el desbarajuste final, el Atleti vivió una noche plácida con la inestimable colaboración del Rayo. El sistema de tres defensas de Paco Jémez se situó al filo entre la valentía y la temeridad. Tenía la pelota, sí, y la tocaba con más gusto que malas intenciones, pero cada vez que los locales robaban en mediocampo (y Mario Suárez y Gabi lo hicieron con frecuencia), se abría ante ellos unas explanada de césped sin habitar que habría hecho las delicias de los pioneros estadounidenses... Un chollo para Arda, Diego Costa (titular por sorpresa) y Falcao. Olía a suicidio.
Y lo fue. Tras un aviso inicial de Gabi, que despejó Dani, el Atleti dormitó displicente, como una leona ante una manada de gacelas cojas. No había prisa, llegaría su momento. Fue en el minuto 29 en una jugada made in Diego Costa, especialista en salir vencedor de cualquier concurso de rechaces. Su pase atrás lo aprovechó Mario Suárez, cada día más suelto, recordando a aquel que llegaba con mucha frecuencia en el Mallorca.
Tras el zarpazo, el Atleti volvió a recogerse. Pudo marcar Arda antes del descanso, pero se puso churrigueresco y, solo ante el portero, intentó una vaselina cuando la lógica pedía un prosaico zurriagazo. Cosas de artistas. Casado salvó el gol, pero fue retrasar lo inevitable. El Atleti regresó del vestuario como un ciclón. Koke y Arda marcaron dos goles clónicos al primero: cómodas llegadas hasta la línea de fondo de Diego Costa y Juanfran, aprovechando el espacio infinito, pase atrás y remate a placer. El Rayo, un amigo. Y cerró la cuenta local Falcao tras un penalti leve pero real de Javi Fuego a Costa. El Tigre suma y sigue.
La tormenta de goles sirvió también para ratificar que el papel de Diego Costa en este Atleti debe ser mayor que el de mero suplente de Falcao, más aún viendo el bajo estado de forma de Adrián. El brasileño, cuando no se le cruzan los cables, es un futbolista estupendo.
Con 4-0 llegaron los cambios y el relax local. Y, mientras el Atleti se miraba el ombligo, Lass, Chori Domínguez y Delibasic le daban al Rayo lo que no había tenido en todo el partido: intención, velocidad, peligro. Avisó Leo con un cabezazo al larguero y Delibasic no falló en los minutos 82 y 85, tras sendos despistes de la defensa del Atleti que fueron el tráiler del esperpento del 4-3, con Godín recordando los mejores tiempos de Pablo, Eller, Perea y compañía. No dio tiempo para más. Ganó el Atleti y es quinto con un partido menos. De que aprendiera la lección de ayer dependerá su permanencia en la cumbre.