El Racing le regaló a Fabri su partido perfecto

A mí los del tiqui-taca, que les arrollo! Después de Quique Setién, Sergi Barjuán. Que pase el siguiente. Así se debe sentir ahora mismo Fabri, un entrenador que cree, por encima de todas las cosas, en la seguridad defensiva y al que la posesión y el dominio territorial le traen al fresco. Él compite. Y gana, si puede. Aunque habla de violines y arte (es, debajo de ese semblante permanente cabreado desde que llegó a Santander, un vacilón), la realidad es que él esto del fútbol lo ve como un negocio y no como una de las bellas artes. Ayer se cargó de razones.

El primer tiempo del Racing fue, sencillamente, bochornoso. Fue retratado por un equipo modestísimo que le quitó permanentemente la pelota y le encerró en su área (sin generar un solo contrataque digno de tal nombre). Así, aculados en tablas, aplicando el 'Georgia way of life', llegaron al descanso sin ni tan siquiera regalar ninguno de los equipos un solo tiro a puerta. La seguridad defensiva (con un Rochela cada día mejor, nada que ver con la caricatura de la pretemporada) no fue suficiente para un público que, en el 40', entonó un amago de '¡Fabri, vete ya!

La clave. Aunque ya de salida en la segunda mitad el Racing había dado un paso adelante, tal vez pensando que el Recre es tan poca cosa que a poco que se le presionara iba a regalar las contras, lo cierto es que el partido se decidió en un falló muy grosero del lateral Vega y el portero Alejandro, quienes, al intentar cortar un pase en profundidad de Óscar Pérez, acabaron poniendo el gol en bandeja a Jairo.

Luego, por si faltaba algo, el árbitro pitó un penaltuco a favor. Más que agarrón fue un pellizco de monja en la camiseta de Rochela. No les digo más que si es a favor del Recre, hay invasión de campo. Me imagino saltando hasta a Berdejo, el abogado de Harry, que ayer estaba tan excitado que celebraba los goles bailando en la grada. Igualito que Alí. Dios les cría...

Sergi Barjuán: "Ya sabía a donde veníamos"

"Vimos el partido de Lugo, así que ya sabíamos a donde veníamos, lo que nos esperaba en El Sardinero. Les da igual jugar en casa que fuera. Nosotros tuvimos posesión de balón pero nos faltó velocidad en la ejecución de las acciones y fuimos demasiados previsibles. Ellos tuvieron paciencia y tuvieron la suerte de adelantarse en el marcador en una jugada desafortunada. Intentamos variaciones tácticas pero apenas tiramos a puerta".

Fabri: "Luchamos contra 40 cosas"

"Los partidos se pueden gobernar desde la posesión de la pelota, y otros lo hacemos de otra manera. Yo ya he explicado que estamos construyendo el equipo desde la defensa y esto es tan sencillo que ellos no han tenido ni una ocasión de gol y nosotros diez o doce. La evolución es muy correcta: cuatro partidos, un gol en contra y cero derrotas. Respeto a la afición, les dedico el triunfo y pido unidad. Este equipo lucha contra el contrario y 40 cosas más".

El detalle. Mario: de héroe, al banquillo

En El Alcoraz el mejor jugador del Racing fue Mario. Salvó a su equipo de la derrota. Para todos menos para su entrenador. La disculpa oficial es que el míster quería dar continuidad al once que ganó en Lugo. No es verdad. Toda la plantilla sabía que a Fabri, hombre muy expresivo en la banda, donde habla de más, Mario no le gusta.