"Nos las cedieron, River iba de blanco"

¿Cómo fue aquel partido contra River Plate en el verano de 1965?

Pues muy competido, como todos. El gran problema era que el Madrid pesaba muchísimo en Sudamérica. Todos nos jugaban a muerte y había siempre tiranteces. Salíamos picados desde el primer minuto. Y los dos tratábamos de ganar. Más que amistosos parecían partidos oficiales.

En aquella época el Madrid siempre iba por Sudamérica...

También fuimos por Sudáfrica. Pero sí, los partidos por Sudamérica eran lo más. Con River no sólo nos enfrentamos en Caracas, también nos vimos en Montevideo (Uruguay). Y jugamos hasta en el Bernabéu.

En el partido que nos compete empataron a uno. El gol del Madrid lo metió Agüero, un recién llegado al equipo.

Sí, acababa de fichar. Era un futbolista potente, de mucho físico y muy agresivo, pero sin maldad. Aguantaba en el choque. Se movía muchísimo. Era un delantero centro buscando el gol continuamente. Y tenía buen olfato...

En aquel equipo de River estaba Gatti de portero.

Exacto. Ya era un portero con mucha trayectoria. En Sudamérica los guardametas tienen mucha autoridad y mandan a sus jugadores. Tienen cierto poder dialéctico y se lo transmiten a todos sus compañeros. Así era Gatti. Era muy buen portero, la verdad.

¿Y cómo fue aquello de que tuvieron que jugar el partido vestidos de verde?

Pues por la coincidencia de camisetas. Ellos iban de blanco con la franja roja, igual que juega el Rayo Vallecano. Y aunque llevaban las medias negras, no podíamos ir del mismo color. Así que hubo una cesión de camisetas sólo para aquella ocasión. ¿Han visto fotos?

Prueba gráfica de aquello no hemos encontrado, pero los periódicos de la época sí recogen que ustedes lucieron de verde.

Ha debido ser la única vez que hemos jugado de verde. Yo no recuerdo otra. Sí tengo más claro en mi memoria cuando jugamos con la camiseta roja.

Tras empatar con River, fueron a Nueva York para jugar el último partido de esa gira.

Fue el colofón a un largo viaje de más de 20 días. Jugamos en Argentina, Chile, Perú, Venezuela y acabamos en Estado Unidos, en Nueva York. Allí sí que se montó un lío bien gordo. Nos enfrentamos a Independiente y se armó el gran escándalo. El partido hasta se suspendió unos minutos. Gento y Puskas fueron expulsados. Tal era el pollo que acordamos que la cosa terminara en empate a uno y que moviésemos el balón sólo por el centro del campo. Hubo uno de ellos que casi rompe el pacto. Menos mal que no fue a mayores...