Real Madrid | La historia del mediocentro ghanés
Essien: la torre de músculo que dejó Accra por Bastia
El nuevo mediocentro madridista empezó a labrarse un nombre en las categorías inferiores de Ghana. Saltó a Europa en el Bastia y se asentó en Lyon, donde cuajó hasta llamar la atención de Mourinho...
Nueva Zelanda, Mundial Sub-17 de 1999. España-Ghana, con Reina, Arteta o Nano. Enfrente y con el número '4', Michael Essien, una torre de músculo ya con aquella edad en el mediocentro, cerca de los centrales. Un 1-1 que al final terminaría por eliminar a España tras un 4-0 de Ghana a México. Essien no fue el mejor de aquel torneo, pero sí terminó por explotar dos años más tarde en el Mundial Sub-20 de Argentina, en el que Ghana llegó a la final ante la albiceleste de D'Alessandro o Saviola tras ganar en un inolvidable partido a la Brasil de Adriano. Ya entonces Essien jugaba en el Bastia francés llegado desde el Liberty de Accra.
Nacido en la propia Accra y, tras unos primeros pasos en el Liberty Professionals, destacó en aquel Mundial Sub-17 y obtuvo una prueba en el Manchester United, pero fueron los esfuerzos de Fabien Piveteau los que le llevaron a Europa. Destino, un Bastia que había conocido lo más alto en los 70 y volvía a Primera. A veces central, otras mediocentro, con Nouzaret mejoró en el mediocampo.
En cualquier caso rindió al final de mediocentro, y con una capacidad superior para llegar al área rival mayor que en sus inicios en la Sub-17. En realidad, el crecimiento de Essien desde la Sub-17 a la Sub-20 no fue sólo físico. Del Essien más defensivo en 1999 al Essien con más libertad para llegar de 2001, hay bastante diferencia. Y en eso radicó su éxito.
Cotizado. Cuando regresa del Mundial Sub-20 de 2001, Essien es ya pieza codiciada y el Bastia sabe muy bien que le venderá pronto. Inter, Monaco, PSG, Auxerre y Lyon, sus posibles destinos. En especial el Lyon, del que se habían marchado centrocampistas como Linares, Laigle o Delmotte. Se marcha a la Copa de África con un pie fuera del club, pero la llegada de Gerard Gili al banquillo cambiaría todo. Con más peso aún en el medio, también con más dureza, se convierte en referencia absoluta de un equipo que termina en mitad de la tabla, todo un éxito.
Ya entonces con el apelativo de El nuevo Patrick Vieira, se suceden los elogios. "Uno de los cinco mejores jugadores que jamás tuve", dice Frederick Antonetti, su primer técnico en Francia. Nouzaret le hizo titular con 18 años y para él "es jugador clave, indispensable". Admirador de Kuffour y de Cantona, para Essien la aventura en el Bastia terminaba. Su destino, el Olympique de Lyon.
Essien llegó allí en el verano de 2003, después de rechazar a última hora una oferta mucho mejor del PSG. Costó casi 8 millones de euros y pronto Le Guen le dio peso. Siempre con la mejora como obsesión tras dos títulos de Liga seguidos, la lesión del habilidoso Govou le abrió incluso un hueco cerca de la banda derecha, posición que según el propio Essien, "es mi mejor puesto".
El tiempo se encargaría de demostrar lo contrario, aunque sí terminó por rendir bien de lateral derecho mucho más adelante. Al final y con Edmilson y Mahamadou Diarra más Juninho Pernambucano por delante, se asienta en el 4-3-3 de Le Guen para ya no salir nunca más. Ya había tenido ofertas previas de Manchester y Madrid, que dudaba entre él, Mavuba y Pedretti. Y una muy especial de Arséne Wenger.
Lesionado Gilberto Silva y con Vieira ya lejos de su mejor nivel, la negativa de Essien de firmar aquel invierno de 2005 tenía como búsqueda la cuarta Liga consecutiva del Lyon. Y aquella negativa fue decisiva para el crecimiento de Cesc en el Arsenal. Tenía entonces 17 años. Para Essien faltaban solo meses para llegar muy cerca, a la Premier y a Londres. Pero al Chelsea, no al Arsenal...