Liga Adelante | Racing 0 - Sporting 0
Ya no hay duda: Racing y Sporting son de Segunda
No se sabe si es peor la defensa asturiana o el ataque local.
Pero de Segunda-Segunda. Tirando para abajo. Todo eso que habíamos oído antes del choque, 'partido de Primera', 'estamos en Segunda pero somos de Primera' y cosas por el estilo son una vana ilusión. Este Racing y este Sporting están donde merecen. Los locales porque no dan para más (veremos con los fichajes, que ahora a Fabri le han prometido a Carew por Zigic) y los rojiblancos porque tienen jugadores de calidad, De las Cuevas o Trejo, por ejemplo, con una indolencia de difícil explicación y una defensa de chiste. La agresividad, la intensidad, en los dos bandos brilló por su ausencia. Hubo un momento en que creí ver que el gran retrato de Manolo Preciado que presidía el partido se daba la vuelta para no seguir viéndolo. Él, precisamente él, era la persona que más odiaba los equipos 'de mentira'. Y estos dos eran SUS equipos.
Harían bien Fabri y Manolo Sánchez en no engañarse. Vale que, por lo menos, por una vez, no han perdido, pero, en el caso del Racing, no marcar ante una defensa como la gijonesa es casi peor que perder. Sonroja. Casi tanto como debiera hacerlo a los de El Molinón haber concedido cuatro ocasiones clamorosas (tres regaladas al 100%) al peor ataque que se recuerda en El Sardinero.
Iguales para hoy. El resultado, vaya por delante, fue justo. Tuvo más ocasiones, cuatro frente a dos, el Racing, pero fueron tan inmerecidas (salvo un jugadón extraordinario de Jairo) como lamentablemente resueltas. Puestos a juzgar a los puntos, en el primer asalto fue peor el Racing y en el segundo el Sporting. Se repartieron los deméritos por igual.
Solo Jairo pareció brillar en medio del lodazal futbolístico. Del resto se salvan Lora, que sabe como se juega al fútbol, y Yuste, que aprovecha que su entrenador no le pide que juegue, sino que evite que lo hagan los demás. Y eso lo hizo convincentemente ayer.
En la parte contraria, la matineé de El Sardinero puede tener consecuencias nefastas para Saizar (estuvo horrible y, además, no es de 'los de Fabri') y Landeira. Dicen que éste nunca había jugado de central. Ayer, tampoco.