Bielsa quiere una alegría

El Athletic parece atascado en sus emociones después de un verano demasiado convulso. Acabó el curso creyendo que se podía haber comido el mundo y ha regresado a la competición con la sensación de que le han echado mal de ojo: sin puntos en la Liga; con Javi Martínez contando las horas que faltan para su debut con el Bayern; con un Llorente que no va ni como público a los partidos de San Mamés....Semejante colección de golpes a dejado a los leones casi tan aturdidos como las fieras que se pasean por los circos en época estival.

La afición quiso explicar el sopapo ante el Betis (3-5) como un tropiezo del primerizo, pero después de caer otra vez con holgura ante el Atlético, más de uno ha tenido pesadillas en sus sueños. Bielsa es consciente de que es hora de cambiar el paso. En realidad, empezar mal no es nada nuevo para el técnico, que el año pasado no dirigió una victoria hasta la sexta jornada, pero la entrada de septiembre está obligada de traer alegría a los rojiblancos.

La quieren conseguir a costa de un Valladolid que se maneja en otro escenario bien diferente: cuenta sus partidos por victorias y todavía no ha recibido un gol. Djukic apostará por los mismos, con el único repuesto de Peña por Balenziaga, y ha incluido en la lista a Manucho y Bueno, que no contaban al principio pero que después de que el club no le fichase a nadie vuelven a contar. Javi Guerra está con el colmillo afilado: 49 goles con el Valladolid en Segunda, busca ahora estrenarse en Primera. Y claro, La Catedral le motiva.