Mourinho se lo ha quitado a Wenger, que quiso ficharlo

"Está muy bien, de maravilla", decía anoche una fuente relevante del Chelsea refiriéndose a Michael Essien. Pero lo cierto es que el centrocampista lleva desde el 2008 padeciendo lesiones de gravedad que le han detenido su progresión; pasó de ser el futbolista que podía hacer de todo a un habitual de la enfermería. En la temporada 2008-09 se perdió siete meses y la mitad de la temporada siguiente con roturas de ligamentos en ambas rodillas (jugó 14 encuentros en la 09-10). Participó a menudo en la 10-11 (33 partidos), pero sólo 14 encuentros la temporada pasada.

Lo más extraordinario de su estado físico es que, según publicó el Sunday Times, se debe principalmente a los errores continuos del cuerpo médico del Chelsea. Roman Abramovich, consciente de ello, hizo dos cosas al respecto: se cargó al médico del club y cuidó del estado anímico de Essien, al que ofreció la renovación de su contrato con un par de años añadidos cuando llevaba seis meses sin jugar. Además con un aumento de sueldo. El médico de la selección ghanesa también diagnóstico erróneamente su segunda gran lesión y eso ralentizó su regreso. Al volver de sus dos años en el infierno, hasta Arsene Wenger, que intentó ficharle ayer, admitió que Essien volvió a ser el que era, pero con Villas-Boas e incluso Di Matteo, el jugador apenas contaba. Por lo demás, Michael es el tipo de guerrero que Mourinho quiere en el equipo. Un buen complemento para Khedira. ­