Fàbregas es el jugador número 14 para Vilanova

Fàbregas vive sus horas más bajas desde que llegó a Barcelona hace algo más de un año. Su cara en el banquillo del Santiago Bernabéu (donde ni siquiera salió a calentar) ha dado la vuelta al mundo y activado todas las alarmas sobre su papel real en el Barcelona de Tito Vilanova.

El técnico le dio la titularidad en los dos primeros partidos de Liga, pero Fàbregas no devolvió con su juego esa confianza a su entrenador. Ante la Real Sociedad jugó 58 minutos y en Pamplona, 63. Pero en ambos partidos su aportación al equipo no fue la esperada. En la ida de la Supercopa fue suplente (salió los últimos siete minutos) y, como ya se sabe, en la vuelta ni calentó.

Todo ello hace que el centrocampista de Arenys se haya convertido, por minutos disputados hasta la fecha, en el jugador número 14 para Vilanova. Acumula 128 por los 360 de Valdés y Messi, los 345 de Busquets, los 310 de Piqué o los 283 de Xavi e Iniesta. A Fàbregas le superan en minutos, además de los ya citados, Alba, Alves, Mascherano, Pedro, Puyol e, incluso, el canterano con ficha del filial Tello. De hecho, Adriano también estaría por delante de no haber sido expulsado en el Bernabéu.

Cesc, desde su llegada a Barcelona, ha ido de más a menos. Empezó exhibiendo una total conexión con Messi (y con el equipo en general) pero, entre los meses de febrero y marzo, fue bajando su rendimiento hasta hacerse casi irreconocible. El propio futbolista reconoció, en una conferencia de prensa esta pretemporada, que "con Guardiola no terminaba de entender bien el sistema. Yo venía de otro fútbol y coger todo lo que él quería tan rápido era complicado, porque los demás ya lo tenían asumido". Necesito mi movilidad, participar más. Ahora intentaré recuperar mi fútbol y este año estoy seguro de que todo irá mejor". Sin embargo, de momento sigue sin encontrar su sitio en la pizarra de Tito Vilanova.

Rumor. Los tabloides ingleses están aprovechando las dudas alrededor de Cesc para alimentar el rumor según el cual Wenger estaría interesado en recuperarlo esta misma temporada. Algo, no obstante, totalmente descabellado habida cuenta de que el Barcelona no ha amortizado ni de lejos los cerca de 40 millones de euros que pagó al Arsenal el pasado verano.