Versiones contradictorias que reflejan el 'divorcio'

Antes del viernes a las 23:59 se conocerá definitivamente dónde juega Álvaro Vázquez la próxima temporada. Su caso, que se inició cuando el club filtró en marzo que tenía todos los números para ser una de las ventas de este verano, es un universo de contradicciones, que esconden tras de sí guerras personales y juegos de intereses. El jugador rompió su silencio el sábado después del partido ante el Zaragoza. La novedad no es que dijese que quisiera quedarse, él siempre lo ha mantenido. La novedad es su respuesta cuando se le preguntó que el director deportivo, Ramon Planes, había asegurado dos horas antes que Álvaro era el que no quería aceptar la oferta de renovación. "Pasapalabra", contestó.

Según el entorno del jugador, el Espanyol no le ha hecho una oferta por escrito a Álvaro para renovar. Verbalmente, a través de su agente, Josep Maria Orobitg, sí que se le ha dejado claro que las cifras del nuevo contrato serán teóricamente inferiores al actual, por eso el representante se ha negado. ¿Qué contrato tiene Álvaro? El jugador, que pasó a ser del primer equipo en enero de 2010, tiene un sueldo base mínimo, de los peores de la plantilla. Pero tiene unos variables por objetivos bastante elevados. Álvaro cobra por partidos, goles y rendimiento, y de ahí que su contrato se dispare. Esa parte es la que precisamente le adeuda la entidad: cerca de 700.000 euros. Y es ahí el punto de conflicto entre ambos. Mientras la entidad quiere estabilizar el sueldo de Álvaro, la parte del jugador considera que de esa manera percibirá menos, saldrá perdiendo; y, en definitiva, quien hizo la propuesta del primer contrato fue el club. El jugador ha superado las expectativas, dice su entorno.

Al margen de ese problema, hay dos más. El primero es que su agente no tiene trato con el club, es considerada persona non grata, y eso tensa más la cuerda. Y, el tercero, que el club perico tenía prevista una venta este verano para obtener líquido y aún no se ha concretado, más allá de las de Javi Márquez y Kalu Uche, por debajo de lo que se requería en un principio. Por eso, en el club (explicado off the record) prefieren que el jugador acepte una oferta, deje dinero en caja y no se arrastre el problema a lo largo de la temporada (hay que recordar que fue el único jugador que denunció al club por impagos de hace dos cursos). El propio futbolista sabe que, de seguir y no renovar, se pueden acabar torciendo las cosas. El divorcio existe, pero ahora depende de que un club del gusto de Álvaro se lance y o de que Espanyol y jugador se acerquen, un escenario, este último, muy complicado.