Urko y Màyor castigan el poco fútbol alfarero

Decía J. B. Toshack que dos no bailan si uno no quiere. En fútbol también es complicado que haya baile cuando los dos participantes quieren interpretar la misma partitura. Bercianos y madrileños quisieron jugar a la contra, que es algo realmente difícil si el rival no trata de ocupar el campo contrario. Los unos esperaron a los otros durante buena parte del partido, y al hacerlo cada uno en un fondo del campo la cita no se produjo en la parcela ancha, que es lo propio salvo que se opte por el juego directo como hizo, especialmente, la Deportiva frente a un Alcorcón que apostó por el fútbol fuerza. Así, el primer tiempo transcurrió con intensidad, pero sin apenas sucesos cerca de las porterías a excepción de un gol anulado por fuera de juego de Oriol Riera o un clarísimo mano a mano marrado por Màyor ante Manu. No fue hasta cumplida la hora de partido que las hostilidades se desataron, por más que antes los alfareros tratasen de aprovechar la debilidad deportivista en los centros al área.

Revolución. La salida de Urko Vera y Wellington Silva revolucionó el partido, lo suficiente para que se moviese el marcador. El baracaldés marcó su primer gol de blanquiazul haciendo buena la estrategia berciana tras un córner, clausurando el choque a falta de diez minutos. Màyor, tras una jugada primorosa de Acorán, puso la puntilla ya en el descuento a un Alcorcón que puso más empuje que fútbol. Tres puntos de oro para una Ponferradina que vence por primera vez a los alfareros en la categoría de plata y pasa la presión del inicio a un rival que, hasta que no se demuestre lo contrario, es directo como tantos otros.