Llorente fue aclamado en Begoña

Fernando Llorente vivió ayer su jornada menos amarga desde que se filtrase que ha rechazado renovar por el Athletic. Al día siguiente de que un energúmeno hiciese una pintada en Bilbao en una tienda del club deseando su muerte, el goleador riojano repartió autógrafos y sonrisas por doquier en la tradicional visita a la Basílica de Begoña. Fue un baño de masas de diez minutos a la salida de la misa e incluso el delegado, Iñaki Morán, tuvo que rescartarle en el pórtico porque el autobús le esperaba para dirigirse a la comida con la directiva.

"¡Llorente quédate!" fue la frase más oída. Quién sabe si incluso los fieles no rogaron a la Patrona de Vizcaya que proceda a un milagro y todo esto se resuelva. Da la sensación de que todos salen perdiendo con el actual estado de las cosas: el jugador porque tampoco tendría una salida inmediata más allá de la Juventus, el club porque se queda sin su referente ofensivo y el equipo, porque ya se ha demostrado en todos estos años su peso sobre el campo.

Aunque trate de disimularlo con una sonrisa, Llorente lo está pasando fatal. Y la junta directiva que preside Josu Urrutia no está dispuesta a allanarle el camino en el actual mercado. La Juventus ofreció ayer 20 millones a Ibaigane, que no llegan a la mitad de la cláusula. Lo hizo en una jornada en la que hasta el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, habitual altavoz en los problemas del Athletic, tomó partido para comentar que "es una obscenidad pedir 5,5 millones con la que está cayendo".

Animado. Llorente tuvo un día intenso. Antes de acudir a la Basílica, recibió la visita de su ex compañero Joseba Arriaga, que está ahora mismo sin equipo. También apareció el exleón Patxi Salinas, al que firmó una camiseta. Ya en Begoña, todas las miradas se fijaron en él, que no tuvo reparos en atender a todo aquel que le paraba, pese al cordón de seguridad formado para proteger a los jugadores. El cura, Jesús Garitaonaindia, mentó a las vírgenes de las provincias de nacimiento de los jugadores y tuvo el detalle de hablar de la patrona de Rincón de Soto (la Virgen de Carravieso), patria chica de Llorente, que sonrió al escucharlo en la homilía.

Entre los que se pararon para charlar con el riojano, estuvo el Txapela de San Mamés, Jesús Arrizabalaga. También se vio por allí al ex jugador Dani, que le defendió recientemente. Sólo Muniain firmó algunos autógrafos junto al internacional. La gente le despidió al pie del autobús con el referido ¡Llorente quédate!

Para confundir más la situación, se hicieron ayer públicas unas declaraciones en Italia, en el portal Itasportpress. Colgaron una entrevista a Llorente, en la que se escucha de su voz que está "muy feliz en Bilbao" y sorprendentemente añade: "Me siento un jugador importante aquí y quiero seguir en el Athletic". Para rematar, desoye los cantos de sirena de Turín: "Se escuchan muchas cosas (en referencia a la oferta de la Juventus), aunque estoy al margen de todo y centrado en mi equipo".