Valerón toma el mando en el regreso a Primera

Un año y tres meses después del drama, el Deportivo regresa a Riazor para abrazarse con la élite tras una exitosa temporada en el temido infierno de Segunda. Aranzubía estará en la portería, Riki en el ataque y la batuta en el campo será para Valerón, el eterno mago de Arguineguín. Oír estos nombres y ver al Flaco al mando, será como si el tiempo se hubiese detenido, como si jamás hubiese existido una temporada en Primera sin el Deportivo.

Este esperado regreso tendrá como rival a Osasuna, otro clásico que se agarra a la mejor Liga del mundo año tras año a base de trabajo, humildad y acierto. El de la temporada pasada fue tal, que los rojillos rozaron Europa. Quizá por ello Mendilibar optará por la continuidad, con Arribas como único fichaje en el once. La falta de rodaje y acoplamiento también influirán en su decisión porque nadie duda que el protagonismo de Llorente o Sisi en este equipo será grande.

En el Depor la transformación es mayor, con una mezcla de eternos soldados (Manuel Pablo) y fichajes (Abel Aguilar), canteranos (Juan Domínguez) y emigrantes del fado (Bruno Gama), veteranos (Marchena) y jóvenes (Pizzi).

Inercia ganadora.

Oltra agita esta coctelera con buena pinta y la duda es si el descaro que lució en Segunda, vale en Primera. El roqueño Osasuna, al que Mendilibar incita para que mejore fuera, es una buena piedra de toque. Atrevimiento al margen, el Depor quiere aprovechar la inercia ganadora y sacar rédito de ser campeón de Segunda con récord de puntos (91) y acumular 19 partidos sin perder en Riazor para que la fiesta no pare.