Las bajas merman la plantilla de Caparrós

La confección de la plantilla del Real Mallorca de cara al comienzo de Liga está resultando más problemática de lo esperado. Cuando en el pasado mes de junio se renovó a Joaquín Caparrós se sentaron las bases de un trabajo de planificación bien hecho. Ya en julio los fichajes de Antonio López, Javier Arizmendi, Javi Márquez y Rubén Miño auguraban un trabajo más que correcto, pero al final el número de salidas no se corresponde con el de entradas y aunque es cierto que a Caparrós le gustan las plantillas cortas para apoyarse en el filial, la situación se ha vuelto bastante preocupante.

Tal es así que entre que no llegan las incorporaciones que faltan, las lesiones y jugadores que no cuentan para el utrerano, el entrenador mallorquinista puede plantarse el sábado en la primera jornada de Liga con solo catorce efectivos de la primera plantilla.

Son baja por lesión Martí, Arizmendi (ambos recuperables) y Álvaro, es duda Nunes y no cuentan Juan Calatayud ni Sergi Enrich.

De esta manera, Caparrós deberá echar mano del filial más de lo que le gustaría; ya en el transcurso de la pretemporada han participado en los partidos amistosos de preparación Charlie Took, Agus, Pablo Marí, Abdón Prats, Mateo, Marc Fernández, Gustavo Páez y Nico.

Caparrós confía en la llegada de dos defensas centrales más y un delantero, a los que habría que añadir según el técnico un jugador de banda izquierda, debido a la lesión del ilicitano Álvaro.

De momento Caparrós habla en voz baja y confiando en la gestión del club, pero pronto podría empezar a perder la paciencia si ve que el equipo no se refuerza convenientemente a corto plazo.

Kevin confía en la plantilla

En el vestuario también se habla de la necesidad de que lleguen dos centrales, pero al mismo tiempo se confía en los que están. Kevin dijo ayer que "hay que dar confianza a Bigas y a Mateo que lo están haciendo bien. Tenemos que seguir adelante con lo que tenemos y el club ya se encargará de ello".