Cierran la preparación con una nueva victoria

El Girona cerró ayer la pretemporada contra el Palamós con una buena victoria por 0-2, con goles de Juanlu y Moral. Una victoria que sirvió para que los de Rubi acaben de ponerse a punto, y cuyo protagonista fue Richy, que regresó a los terrenos de juego seis meses después de su lesión.

Pero más allá del partido de anoche, el Girona ha realizado una pretemporada que genera algunas dudas. Si bien es cierto que la mayoría de partidos los ha resuelto con victoria (ante L'Escala, Santa Coloma de Farnés, Figueres, Villarreal B y Palamós) ha sucumbido cuando se ha encontrado con rivales de mayor entidad. Así ocurrió con el Sevilla en el Trofeu Costa Brava (0-1) y también contra el Llagostera (3-1), en la derrota más sangrante de la pretemporada. Un equipo de inferior categoría que no sólo ganó a los gerundenses, sino que en el segundo tiempo fue manifiestamente superior.

Ausencias. Y es que Rubi no lo ha tenido fácil para alinear un once de máximo nivel en todos los partidos. Las salidas de jugadores importante se han producido con cuentagotas y ante la imposibilidad del Girona de retenerlos. Futbolistas como Dorca, Coro o Moha, que entraban en los planes del técnico, y que obligaron a cambiar las prioridades de la secretaría técnica. Además, hay que contar con las ausencias. No producidas en pretemporada, sino arrastradas de la pasada campaña. El ejemplo paradigmático ha sido la posición de central, donde, pese a contar con cuatro jugadores del primer equipo, sólo dos han estado disponibles desde el primer día. Los jovenes Bonmatí y Mas han tenido una presencia relevante, a la espera de la recuperación de Erencia y Richy.

Cabe destacar también que el Girona, como la gran mayoría de equipos de Primera y Segunda, aún no ha cerrado la plantilla. La incorporación de Acuña trajo mucha tranquilidad a Girona ya que las posiciones atacantes eran las que más urgía reforzar. El sábado ante el Sabadell en Montilivi, empieza lo bueno.