David Villa vuelve el día en el que se acaban las pruebas

Lo mejor que se puede decir del partido que disputó ayer el Barcelona en Bucarest ante el Dinamo es que fue el último de la pretemporada y que a partir de ahora la cosa ya va a ir en serio. El equipo blaugrana se impuso sin alardes por 0-2 al conjunto rumano, que resultaron ser junto al Raja Casablanca el sparring más débil al que se han enfrentado los de Vilanova a lo largo de esta pretemporada.

Ahora, con una semana en la que el 90 por ciento de la plantilla estará concentrada con sus respectivas selecciones nacionales, ya no hay tiempo para hacer más experimentos. Tampoco es que haga mucha falta, porque el bloque es el mismo de la temporada pasada y la única incorporación, Jordi Alba, es un jugador criado en la biosfera blaugrana. Así que a nivel táctico, pocas conclusiones se pueden extraer de los partidos que ayer tocaron a su fin. La mayor utilidad que Vilanova ha podido extraer ha sido la de ir recuperando efectivos desde la enfermería (el caso de ayer de Villa es paradigmático a la vez que sorprendente), afinar físicamente al equipo y ver que Messi sigue a su nivel de excelencia.

Leo marcó ayer el primer gol del Barça, que era el quinto de su pretemporada, con lo que supera su propio récord goleador en período estival. El tanto de Messi, así como sus intervenciones en el partido fueron de lo mejor de la tarde junto con el rendimiento de Alexis, que jugando en banda izquierda se entendió a la perfección tanto con el argentino como con Jordi Alba. Después del día libre que se tomo ante el Manchester United, el chileno se arremangó ante los rumanos.

La primera parte del partido fue de absoluto dominio de un Barça que por primera vez en esta pretemporada salió a jugar con un once titular formado exclusivamente con jugadores del primer equipo. Esta vez no hubo sitio de salida para los del B. Seguramente con la inclusión de Mascherano por Bartra e Iniesta por Fàbregas, es el equipo que Vilanova tiene en mente de cara al debut liguero, aunque el estado en el que retornen los jugadores de sus partidos internacionales marcará el dispositivo ante la Real Sociedad. Como prueba de la cosa empezaba a ir en serio, valga el detalle que Vilanova hizo jugar los 90 minutos de partido a Víctor Valdés y que Pinto fue el único de los convocados que no jugó.

En la segunda parte, Vilanova ya empezó a dar entrada a los jugadores del filial y el partido ganó en ritmo, pero perdió en precisión. Sin duda, la sorpresa de la noche fue la entrada de Villa en el terreno de juego a falta de 18 minutos para el final del partido, así como el tanto de Afellay en el 90'.