Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Liga BBVA | Sevilla

Los toques de Míchel y Del Nido surten efecto

Negredo: "No podíamos repetir la actitud de Córdoba"

<b>EXIGENTES. </b>Míchel y José María del Nido saben que el equipo no puede caer en la desgana.

La resaca de la derrota en Córdoba del pasado miércoles fue realmente complicada en el vestuario del Sánchez Pizjuán. La pésima imagen del equipo hizo saltar las alarmas entre los técnicos y los dirigentes y así lo hicieron ver tanto en público como en privado. "La imagen fue paupérrima", llegó a decir José María del Nido. Los jugadores tuvieron que escuchar directamente las reprimendas del presidente y del técnico... y bien que han surtido efecto. El cambio de actitud fue absoluto para medirse al Borussia Monchengladbach a domicilio. El Sevilla pasó a ser el equipo que todos quieren y la calma vuelve a reinar en la plantilla a falta de 12 días para el primer partido oficial.

Los pesos pesados del Sevilla han dejado ver ese cambio de mentalidad visto en tierras alemanas. "El último encuentro nos ha cambiado el ánimo completamente. Las caras eran otras y nos vamos con otra idea. Después del partido de Córdoba hemos hablado mucho entre nosotros, porque somos conscientes de que la actitud que mostramos ese día no se puede repetir. El nivel que tiene que dar el Sevilla es el del último partido", comentó Negredo, con el que coincide totalmente Andrés Palop: "Estamos logrando las sensaciones que queremos y que no habíamos notado en los partidos anteriores".

Medel hizo de entrenador para felicitar al equipo

A la finalización del partido del pasado sábado en el Borussia Park, el chileno Gary Medel protagonizó una de las anécdotas de la pretemporada, puesto que se puso la chaqueta de Míchel y subido en uno de los baúles de la ropa en el vestuario felicitó a todos sus compañeros por el partido realizado. "El partido estuvo bien, había buen ambiente, estábamos todos hablando en el vestuario y el entrenador me prestó su chaqueta para que le hablara a los demás. Me subí a un baúl y les dije lo contento que estábamos. Les felicité por haber demostrado que podemos hacer las cosas bien. Estaban todos muertos de la risa", explicó el propio centrocampista nervionense, que finalizó gastándole una broma al propio entrenador: "Me quedaba la chaqueta perfectamente, mejor que a él".