El 'caso' Álvaro erosiona a la directiva y los técnicos

El futuro de Álvaro Vázquez es hoy más incierto que nunca. Y se puede resolver, para bien o para mal, durante la semana que arranca. Termina contrato la próxima temporada y su renovación más allá de 2013 es casi una utopía, pues la oferta que le remitió el club hace casi un año no mejora sus actuales emolumentos, por el contrato ascendente que firmó hace sólo año y medio. Pero también es discutible su presente. Tiene gol y todo lo que el Espanyol necesita, como bien saben los técnicos, pero generaría ingresos (entre cuatro y cinco millones) en caso de venta, como considera buena parte de la directiva. Todo, a la espera de una oferta que puede ser inminente, y que tendría como remitente el Atlético de Madrid. Ello desencadenaría el pulso.

En una plantilla necesitada de gol -a falta de la llegada de un nueve de referencia, tras la marcha de Kalu Uche y la lesión de Sergio García- Álvaro es poco menos que imprescindible. Algo que Mauricio Pochettino tiene muy en cuenta: desde que se incorporó a la pretemporada, el 19 de julio procedente de la Selección preolímpica, ha participado en todos los partidos (cuatro), siendo titular en tres de ellos (incluido el Ciutat de Barcelona) y anotando dos goles; por tanto, máximo realizador junto al ya ex perico Dani Nieto y al aspirante a jugador del primer equipo Christian Alfonso. Datos que demuestran también el compromiso del delantero, quien ayer ya manifestaba en estas páginas su intención ya conocida de quedarse.

La otra cara de la moneda es la que se estima desde el Consejo, igual que la parte de la grada que le silbó cuando fue sustituido el viernes: si antes ya tenían en consideración su traspaso, tras la denuncia por impago (ya solventada) consideran en los despachos que Álvaro no debería seguir. Que es más productivo sacar un rédito y no dejarlo marchar gratis a partir de enero.

¿Qué satisfaría a todos? Muy probablemente, que el Atlético se presentara con Diego Costa como moneda de cambio.

Siguen buscando un extremo

Aunque con la paciencia que le ha caracterizado en anteriores veranos, la dirección deportiva sigue trabajando para cerrar la plantilla de la próxima temporada. La prioridad, sin duda es un delantero, sea Felipe Caicedo o alguna de las alternativas sólidas que ya han sondeado. Pero también se pretende un extremo, sobre todo una vez confirmada la marcha de Vladimir Weiss al Pescara. Wakaso Mubarak podría ejercer tales funciones, pero no es su posición natural ni tampoco estaría doblada.