Apareció el 'otro' Sevilla, que casi gana al Borussia

El Sevilla mostró ayer en el Borussia Park de Monchengladbach (Alemania) su cara 'A', aquella en la que los de Míchel sacan a relucir virtudes que hacen creer en este equipo, pero que a su vez evidencian que noches como la reciente de Córdoba se dan simplemente por dejadez y distracciones intolerables en un equipo lamado a pelear entre los mejores de la Liga. ¿Defecto crónico? Un buen Sevilla que fue mejor que el Borussia, equipo Champions.

A base de coordinación en los movimientos y de comportarse con un equipo, los de Míchel tuvieron siempre el partido más de cara que los alemanes. Lo que en El Arcángel fue un espejismo de varios minutos, ayer ante el Borussia Monchengladbch fue mucho más constante: la idea de Míchel es establecer una fuerte línea de presión en la imaginaria línea de tres cuartos de campo. Y ayer se pudo comprobar que por ahí empieza el peligro de este Sevilla. Luna y Reyes, las bandas titulares de ayer, obtuvieron premio alguna que otra vez presionando a sus pares y originaron varias ocasiones. Una de ellas la envió Negredo al poste. Se va entonando el vallecano.

Mientras el Borussia apenas inquietaba a Palop -el valenciano jugó el partido completo- el Sevilla recuperaba pronto el esférico y lo administraba con cierta inteligencia. Con lentitud, por ponerle algún 'pero'. Los de Míchel siguen siendo previsibles a la hora de madurar las jugadas, de ahí la importancia de realizar bien la presión sin balón. La defensa estuvo más entonada que en Córdoba, sobre todo un Cicinho que se soltó y se sumó al ataque con asiduidad. Babá puede dar buena fe. El senegalés no aprovechó sus centros y erró tres ocasiones claras al final. La puntería... cuya falta enterró a Marcelino -entre otras cosas- y colocó al Sevilla como noveno de España. La bronca de Míchel espabiló a Rakitic y compañía. A ver lo que dura...