La grada presiona a Llorente para que siga

El proceso de renovación de Llorente ha saltado a la grada. Después de un año de negociación el futbolista continúa sin contestar a la oferta que le ha trasladado el Athletic y el asunto ha salpicado a los aficionados abriéndose un nuevo escenario. El retraso en la firma ha animado a la participación del público, que el jueves no se contuvo en San Mamés. Buena parte de la hinchada pitó al delantero en cuanto saltó al campo. Los pitos se repitieron cuando perdió un balón en el área o cuando un amplio sector del público (más numeroso que los indignados) aplaudió los movimientos del internacional.

El envoltorio de la continuidad de Llorente ha entrado en una dinámica peligrosa porque ni el futbolista ni el club pueden permitirse que cada partido se produzca un plebiscito en La Catedral. La implicación de la grada en la renovación refleja el hastío que supone una negociación de múltiples aristas en las que existe un claro riesgo de que el delantero quede estigmatizado.

AS desveló la pasada semana que el acuerdo para prorrogar el contrato que finaliza en junio de 2013 está muy próximo y que en el entorno del jugador se da por hecho que se firmará antes del inicio de Liga. Eso sí, ese era el pensamiento del ariete antes de escuchar los pitos en San Mamés.

Bielsa apoya al atacante

"No soy el más indicado para tomar la temperatura del público de San Mamés, pero creo que Llorente también obtuvo señales de apoyo. En el fútbol es muy común que los que participan sean aprobados o no. Pero lo más valioso es el balance final", resaltó Marcelo Bielsa a la conclusión del encuentro. El técnico se puso al lado del jugador: "Es muy fuerte".